Obesidad y Covid-19 ¿Cuál es la pandemia más peligrosa?

Autor: Dr. Roberto Madera, Medico general egresado del Instituto tecnológico de Santo Domingo (INTEC) 

Como médico general amante de la nutrición, los ejercicios y la medicina preventiva me siento muy preocupado por la situación actual de la nueva pandemia Covid19 que hasta la fecha ha cobrado la vida de 875 mil personas alrededor del mundo (que siguen en aumento) y como es mi área de interés es evidente que la obesidad es un factor predisponente para sufrir un caso grave de Covid19 a la hora de contraerlo.

La obesidad es la anormal o excesiva acumulación de grasa corporal que pueda interferir con el mantenimiento óptimo del estado de salud. El hecho de tener un porcentaje de grasa alto y llegar a la clasificación de obesidad estimula al tejido adiposo a liberar mediadores inflamatorios como Interleucina-6 (IL-6), Factor de necrosis tumoral alfa (TNF) y reduce la producción de adiponectina que es una hormona que ayuda a la sensibilidad de la insulina en nuestros tejidos, predisponiendo a un estado pro-inflamatorio que si se extiende por un largo periodo de tiempo se conoce como estado pro-inflamatorio crónico. Cabe destacar que la inflamación también es un mecanismo para desarrollar enfermedades cardiovasculares, aterosclerosis, SÍNDROME METABÓLICO, resistencia a la insulina y diabetes mellitus. Algo característico del síndrome metabólico es la producción de IL-6, TNF y resistina como igual sucede en la obesidad.

El tejido adiposo está dividido en dos: marrón y blanco, en recién nacidos el tejido adiposo marrón ayuda a regular el gasto de energía y la termogénesis. En adultos la cantidad de tejido adiposo marrón es inversamente proporcional al índice de masa corporal y puede ser modificado con la realización de actividad física. El tejido adiposo blanco antes se pensaba que era solo para almacenamiento de energía y ya se sabe que participa en procesos como la inmunidad y la inflamación, ya que libera sustancias pro-inflamatorias y anti-inflamatorias. Una de las teorías es que al consumir un exceso de energía los adipocitos aumentan de tamaño hasta un punto donde pierden su irrigación de sangre y llegan a hipoxia produciéndose necrosis y un infiltrado de macrófagos (globulosa blancos) produciéndose así una inflamación localizada que se va extendiendo a según se eleva el nivel de obesidad.

La inflamación no es mala, es importante para mantener la homeostasis de los tejidos del cuerpo y también para protegerlos de cualquier agresión y recuperarlos a su estado normal. El estado inflamatorio crónico obliga al sistema inmune a comprometerse ya que experimenta un aumento de glóbulos blancos en sangre, IL-6 y otros marcadores que activan la proteína C reactiva que es indicativa de inflamación sistémica y que en situaciones normales se usa para distinguir un proceso inflamatorio agudo. Y se preguntaran porque estoy hablando de todo esto…

Resulta que algo que caracteriza la fisiopatología del Covid-19 es algo llamado tormenta de citoquinas, el virus produce la elevación (aún mas) de las mismas sustancias (que mencione arriba) que se elevan en la obesidad asociándose al empeoramiento del paciente infectado que es obeso. La pandemia de H1N1 en el 2009 fue un llamado de alerta para este problema, ya que las personas obesas también tuvieron dificultades y complicaciones, porque es algo relacionado al sistema inmune, una persona obesa no puede defenderse bien de los patógenos porque siempre está en un proceso INFLAMATORIO. 

El impacto del índice de masa corporal en la severidad de covid-19 es un problema de salud pública más grande de lo que creen, solo tienen que mirar alrededor como amigos y familiares suyos están muriendo y muchos de ellos tenían alguna enfermedad de base, incluso algunos no estaban diagnosticados, porque la obesidad ya se ha convertido en algo cotidiano, la nueva norma y eso es muy peligroso, la obesidad es una enfermedad que necesita atención médica y un seguimiento adecuado, puede llevarte a desarrollar otras afecciones que pueden comprometer la vida como estamos viendo hoy en día.

Nunca he criticado el uso de mascarillas y las medidas que se han dictado, solo me quejo de la poca atención o publicidad que se le da al tema de enfermedades no transmisibles como la obesidad y la hipertensión y si se le da una gran importancia a encontrar la vacuna. Considero que mientras tanto encontremos la solución en vez de estar pendiente de tantas noticias que crean estrés, deprivación de sueño, aumento de cortisol y supresión del sistema inmune enfóquese en mejorar su estado nutricional, en hacer desaparecer ese estado crónico de inflamación, que ese si es un verdadero factor de riesgo para morir de Covid 19. Tampoco debemos asustarnos y entrar en pánico y comenzar a hacer la dieta de la manzana ni mucho menos, usted necesita comer cosas que le aporten nutrientes, en cantidades aptas para sus características, realizar actividad física y tomar suplementación básica para ayudar al sistema inmune, comer muy poco también compromete al sistema inmune.

Todavía estamos a tiempo de revertir este problema mundial y que literalmente está provocando la muerte de muchas personas, creo que con una correcta masificación de publicidad educacional que ayude a mejorar la salud metabólica de las personas, salir del sedentarismo e introduciendo suplementación inteligente ya sea con carteles, anuncios de televisión, en redes sociales y los mismos médicos y profesiones de la salud instruirlos con este tipo de información y que se haga más énfasis en llevar un estilo de vida más saludable y activo. Es un problema que debemos de abordar antes de que sea tarde. 

Referencias bibliográficas.

Ellulu, M. S., Patimah, I., Khaza'ai, H., Rahmat, A., & Abed, Y. (2017). Obesity and inflammation: the linking mechanism and the complications. Archives of medical science : AMS, 13(4), 851–863. https://doi.org/10.5114/aoms.2016.58928

https://www.thelancet.com/journals/lanres/article/PIIS2213-2600(20)30216-2/fulltext

https://www.thelancet.com/journals/landia/article/PIIS2213-8587(20)30164-9/fulltext

Yuki, K., Fujiogi, M., & Koutsogiannaki, S. (2020). COVID-19 pathophysiology: A review. Clinical immunology (Orlando, Fla.), 215, 108427. https://doi.org/10.1016/j.clim.2020.108427

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