¿Tienen los sobrevivientes de la COVID-19 un mayor riesgo de padecer un trastorno mental?

Autora: Heyliana Marte Abreu, estudiante de Medicina de tercer año del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC). Miembro del Comité Permanente en Salud Pública (SCOPH) de la Organización Dominicana de Estudiantes de Medicina (ODEM). Auxiliar de investigación del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC). 

Siendo el brote por virus más importante en el siglo XXI, la pandemia de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) ha provocado peligros sin precedentes para la salud mental a nivel mundial (1).

Dicha pandemia evolucionó de tal forma, que nos obligó a cambiar nuestro ritmo y estilo de vida, con el objetivo de proteger tanto nuestra propia salud como la de los demás.

En general, existe una mayor prevalencia de síntomas de resultados psiquiátricos adversos entre el público, en comparación con la prevalencia antes de la pandemia (1).

Pero ¿tendrán los sobrevivientes de la COVID-19 un mayor riesgo de padecer un trastorno mental?

La COVID-19 tiene efectos neurobiológicos. Los estudios han demostrado que las infecciones por coronavirus humano están asociadas con neuroinvasion y neurotropismo. Una revisión reciente del efecto de la COVID-19 en el sistema nervioso central indica que las manifestaciones neurológicas están presentes en aproximadamente el 25% de los pacientes. En pacientes con la COVID-19 se han observado dolor de cabeza, mareos, accidente cerebrovascular isquémico agudo, ataxia, convulsiones y otras afecciones neurológicas. Las afecciones neurológicas que incluyen accidente cerebrovascular isquémico y dolor de cabeza están asociadas con un mayor riesgo de suicidio (2)

Darse cuenta de que se tiene COVID-19 puede ser muy estresante, especialmente para las personas poco resistentes. Los síntomas de la enfermedad, especialmente los síntomas graves, así como el aislamiento social y el miedo a infectar a otras personas, pueden provocar un trauma psicológico grave. Las personas que necesitan ser admitidas en una unidad de cuidados intensivos (UCI) tienen un riesgo especialmente alto de desarrollar trastorno de estrés postraumático (TEPT), depresión, ansiedad, anomalías del sueño y deterioro cognitivo. Los ajustes de ventilación, las brechas en la anestesia y / o analgesia, la sedación prolongada, el uso de restricciones y otros factores relacionados con la UCI contribuyen a un profundo efecto psicológico de las hospitalizaciones en la UCI (2)

La exposición a epidemias de enfermedades infecciosas da como resultado un tipo particular de trauma psicológico, que podría clasificarse en tres grupos. El primero es experimentar y sufrir directamente los síntomas y el tratamiento traumático. Por ejemplo, disnea, insuficiencia respiratoria, gatismo, alteración de los estados de conciencia, amenaza de muerte, traqueotomía, etc. son traumatismos importantes de los pacientes con COVID-19 grave. El segundo es presenciar a los pacientes que padecen, luchan y mueren a causa de la enfermedad infecciosa, que tiene un impacto directo en otros pacientes, familiares de pacientes o personas que brindan directamente ayudas y cuidados a los pacientes. El tercero es experimentar el miedo realista o irreal a la infección, el aislamiento social, la exclusión y la estigmatización. Esto afecta directamente a los pacientes, miembros de la familia, proveedores de atención y ayuda (3)

Los estudios epidemiológicos han demostrado una prevalencia bastante alta de problemas de salud mental entre los sobrevivientes, las familias de las víctimas, los profesionales médicos y el público en general después de una epidemia de enfermedades infecciosas, como el SARS, el MERS, el Ébola, la gripe, el VIH / SIDA. Si bien la mayoría de estos problemas de salud mental desaparecerán después de la epidemia, los síntomas del trastorno de estrés postraumático pueden durar un tiempo prolongado y resultar en una angustia y discapacidad graves (3)

A lo largo de estos meses es de suma importancia prestar atención y trabajar con la salud mental de la población en general, pero sobre todo de los sobrevivientes de la COVID-19, esto debido a que es una población más vulnerable a trastornos mentales como el estrés postraumático, depresión y ansiedad.

Referencias bibliográficas:

  1. Xiong J, Lipsitz O, Nasri F, Lui L, Gill H, Phan L and McIntyre R.

Impact of COVID-19 pandemic on mental health in the general population: A systematic review. J Affect Disord. [Internet] (2020) [Consultado el 6 de noviembre del 2020]. 277, pp. 55-64. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7413844/

  1. Sher L. Are COVID-19 survivors at increased risk for suicide? Acta Neuropsychiatr. [Internet] (2020) [Consultado el 6 de noviembre del 2020]. 32(5), pp. 270-270. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7225212/

Xiao S, Luo D and Xiao Y. Survivors of COVID-19 are at high risk of posttraumatic stress disorder. Glob Health Res and Policy. [Internet] (2020) [Consultado el 6 de noviembre del 2020].  5(1). Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7273810/

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