Una biopsia cerebral no invasiva y más capaz de detectar tumores

Los glioblastomas son tumores cerebrales muy agresivos que suelen diagnosticarse mediante una arriesgada e invasiva biopsia quirúrgica.

Unos científicos han desarrollado un método de diagnóstico no invasivo que podría sustituir algún día la biopsia de tejido por un simple análisis de sangre. Para hacer su trabajo, la nueva técnica se vale de un análisis de sangre en vez de la cirugía.

El avance es obra del equipo de Hong Chen, Eric Leuthardt y Christopher Pacia, los tres de la Universidad Washington en San Luis, Misuri, Estados Unidos.

El equipo probó el método en modelos de animales pequeños y grandes y constató una mejora significativa en la detección y la sensibilidad diagnóstica de los tumores cerebrales a través de una simple muestra de sangre.

El método, denominado sonobiopsia, utiliza ultrasonidos focalizados para localizar tumores en las profundidades del cerebro. Una vez localizados, los investigadores inyectan microburbujas en la sangre que se desplazan hasta el tejido de interés y allí actúan de un modo que abre de forma segura la barrera hematoencefálica. Esas aperturas temporales permiten que los biomarcadores de tumor, como el ADN, el ARN y las proteínas, atraviesen la barrera hematoencefálica y se liberen en la sangre.

Si su seguridad y su eficiencia se validan en futuros ensayos clínicos, el nuevo método no invasivo de biopsia cerebral podría reemplazar con un análisis de sangre a las biopsias cerebrales convencionales en un futuro no muy lejano. (Ilustración: Chen Ultrasound Lab / WUSTL)

En las pruebas realizadas, el equipo ha comprobado que el nuevo método de sonobiopsia potenció la detección de genes altamente expresados en un modelo de ratón de glioblastoma, el EGFRvIII. Los niveles de ADN de EGFRvIII circulante en el torrente sanguíneo del grupo que se sometió a la sonobiopsia fueron 920 veces mayores que los del grupo que se sometió a una biopsia líquida convencional.

Además, la detección de otro marcador genético tumoral circulante fue 10 veces mayor tras la sonobiopsia.

El equipo no encontró un aumento de daños de tejidos en la región de interés después de la sonobiopsia.

La profesora Chen y sus colegas exponen los detalles de su nueva técnica en la revista académica Theranostics, bajo el título de “Sonobiopsy for minimally invasive, spatiotemporally-controlled, and sensitive detection of glioblastoma-derived circulating tumor DNA”. 

Fuente: NCYT

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