Un equipo del Instituto de Neurociencias (IN-CSIC-UMH) ha desarrollado un método de diagnóstico temprano que podría revolucionar la detección del párkinson mediante un simple análisis genético de sangre. El estudio, publicado en la revista Neurotherapeutics, identifica 22 genes clave asociados a la enfermedad y refuerza el papel del sistema inmunitario en su origen y progresión.
La investigación, liderada por el catedrático Jorge Manzanares (UMH), contó con la colaboración del Instituto de Investigación Sanitaria y Biomédica de Alicante (ISABIAL), el Instituto de Salud Carlos III y el Hospital 12 de Octubre de Madrid. Aunque la técnica aún no se aplica en la práctica clínica, los resultados abren la puerta a diagnósticos más sencillos, rápidos y menos invasivos.
“Los temblores aparecen cuando ya existe un daño neurológico avanzado”, explica Manzanares. “Por eso es crucial contar con métodos que permitan detectar la enfermedad antes de que surjan los síntomas motores.”
Un método innovador basado en la sangre
El análisis se realiza a partir de una muestra de sangre, utilizando equipos disponibles en muchos laboratorios hospitalarios. Se centra en estudiar la expresión génica de las células mononucleares de sangre periférica, un tipo de célula del sistema inmunitario. Los investigadores observaron que ciertos genes se activan o desactivan de manera distinta en pacientes con párkinson que aún no han recibido tratamiento.
El profesor Francisco Navarrete, primer autor del trabajo, señaló que estos genes “podrían actuar como biomarcadores fiables para detectar la enfermedad en sus etapas iniciales”.
Entre los 22 genes identificados, varios están relacionados con respuestas inmunitarias e inflamatorias, mientras que otros afectan procesos de transporte celular y homeostasis del hierro, mecanismos que se sabe influyen en la neurotoxicidad y la degeneración neuronal.
Nuevas pistas sobre el desarrollo del párkinson
Además de las alteraciones genéticas, el equipo detectó cambios en rutas celulares vinculadas con la supervivencia neuronal, la inflamación y la muerte celular, lo que podría ofrecer nuevas dianas para terapias personalizadas.
“Este tipo de estudios nos acerca a tratamientos más efectivos y adaptados a cada paciente”, subraya Manzanares.
El estudio se basó en una muestra de 23 pacientes con párkinson y 16 personas sanas como grupo de control, y sus resultados fueron consistentes con investigaciones previas en Italia y Estados Unidos.
Un paso hacia el diagnóstico precoz
Actualmente, el párkinson afecta a unos 12 millones de personas en el mundo y es la segunda enfermedad neurodegenerativa más común. La mayoría de los diagnósticos se realiza cuando ya existen daños cerebrales avanzados, por lo que este método podría representar un avance crucial en la detección temprana y el seguimiento de la enfermedad.La investigación fue financiada por la Fundación ICAR, ISABIAL, el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, la Fundación Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno, la Generalitat Valenciana (programa Prometeo) y otras instituciones públicas y privadas.
fecha:
