Sistemas de Información en Salud: pilar fundamental de los Sistemas de Salud

Dr. Eddy Pérez-Then 1*

Presidente, Two Oceans In Health

Decano Asociado de Investigación, Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad O&M


Resumen

Los sistemas de información en salud (SIS) constituyen un componente estructural crítico para la toma de decisiones clínicas, la planificación sanitaria y la vigilancia epidemiológica. Este artículo analiza su papel como determinante esencial de los sistemas de salud, evaluando el riesgo atribuible de su debilidad o fragmentación en la generación de inequidades. Se discute su rol transversal en la estrategia de Atención Primaria en Salud (APS) y cómo su fortalecimiento representa una condición habilitante para alcanzar la cobertura universal.

1. Introducción

El desempeño de los sistemas de salud está determinado por múltiples factores estructurales, entre los cuales los sistemas de información juegan un papel transversal e integrador. Su capacidad para proveer datos oportunos, confiables y desagregados permite orientar decisiones clínicas, políticas públicas y respuestas comunitarias. Sin embargo, su debilidad constituye un obstáculo silencioso pero profundo para alcanzar la equidad en salud, especialmente en contextos de atención primaria donde la información es clave para la prevención, acción oportuna y continuidad del cuidado.1

2. Determinantes de los Sistemas de Salud y el Rol de los Sistemas de Información

La Organización Mundial de la Salud (OMS) identifica a los sistemas de información como uno de los seis bloques fundamentales del sistema de salud, junto con gobernanza, financiamiento, recursos humanos, medicamentos y prestación de servicios.2 Los SIS comprenden estructuras tecnológicas, procesos y recursos humanos que permiten recolectar, analizar y difundir información sobre salud individual y colectiva.3 La interoperabilidad, la calidad de los datos, y el uso efectivo de la información son condiciones necesarias para planificar, monitorear y mejorar los servicios.

Durante la pandemia de COVID-19, quedó en evidencia la fragilidad de muchos SIS, particularmente en países de ingresos bajos y medios, lo que dificultó la trazabilidad de contactos, la asignación de camas hospitalarias y la distribución de insumos críticos.4

3. Riesgo Atribuible de los Sistemas de Información en la Reproducción de Inequidades

El riesgo atribuible de sistemas de información deficientes se manifiesta en varios niveles: desde fallos en la vigilancia de enfermedades transmisibles hasta errores en decisiones clínicas por ausencia de historia clínica electrónica.5 La desigualdad en la disponibilidad y calidad de los SIS entre zonas urbanas y rurales impide una planificación basada en evidencia, afectando la eficiencia y equidad del sistema.

En América Latina, se estima que solo el 45% de los países cuenta con sistemas interoperables a nivel nacional, y menos del 30% integra determinantes sociales en sus plataformas de información.6 El riesgo atribuible en equidad, cobertura universal y APS puede catalogarse como bajo, moderado y alto, respectivamente, dada la función transversal de la información para tomar decisiones a todos los niveles del sistema.

4. APS y su Dependencia de los Sistemas de Información

La estrategia de APS requiere decisiones basadas en evidencia local, seguimiento longitudinal de pacientes y mecanismos de referencia efectivos.7 Todo esto depende de SIS sólidos y accesibles, tal y como se presenta en la gráfica a continuación, sobre la relación entre SIS y la capacidad de implementación de APS en países seleccionados.

Fuente: referencias 7 y 8

Tal y como se muestra en la gráfica anterior, países como Estonia y Costa Rica han logrado integrar historias clínicas electrónicas, módulos de vigilancia y plataformas de mapeo de determinantes sociales en una sola arquitectura tecnológica, lo que les ha permitido una gestión proactiva del riesgo en APS. En contraste, países con sistemas fragmentados o análogos, como Haití o algunas regiones de Centroamérica, presentan dificultades para evaluar la carga de enfermedad o planificar servicios.7,8

5. Hacia una Política de Fortalecimiento de los Sistemas de Información en Salud9,10

Una política integral de SIS debe contemplar cinco pilares:

  1. Interoperabilidad entre niveles de atención y sectores
  2. Estándares de calidad y protección de datos
  3. Capacitación del recurso humano en salud digital
  4. Inversión sostenida en infraestructura tecnológica
  5. Cultura institucional de uso de datos para decisiones

Además, es crucial que los SIS incluyan variables desagregadas por género, etnia, territorio y determinantes sociales para contribuir con la equidad en salud.

6. Análisis Crítico Regional

En América Latina, la fragmentación institucional, los bajos niveles de inversión digital y la escasa interoperabilidad limitan el potencial de los SIS. Algunos avances se observan en Uruguay, Chile y Costa Rica, donde se han desarrollado sistemas nacionales integrados y abiertos.11

En Europa, el enfoque de salud digital se ha consolidado con altos estándares de interoperabilidad y protección de datos, aunque aún persisten brechas entre Europa occidental y oriental.12

Asia muestra grandes contrastes: Corea del Sur y Singapur lideran en inteligencia artificial aplicada a salud, mientras que otros países enfrentan desafíos en infraestructura digital básica.13

En Estados Unidos, a pesar de contar con plataformas avanzadas, persiste una falta de integración entre sistemas estatales y privados, y las disparidades en el uso de registros electrónicos afectan principalmente a poblaciones marginadas (Cuadro 1). 14

Cuadro 1. Análisis Crítico Regional de los Sistemas de Información en Salud

Región o paísCaracterística
América LatinaFragmentación, baja inversión digital, interoperabilidad limitada
EuropaInteroperabilidad avanzada, brechas regionales
AsiaDesigualdad tecnológica, alta innovación en países desarrollados
EEUUSistemas fragmentados público-privado, brechas en salud digital comunitaria
Fuente: referencia 14

7. Conclusión

Los sistemas de información en salud constituyen un determinante esencial para la sostenibilidad, equidad y capacidad de respuesta de los sistemas sanitarios. Sin información válida y oportuna, no es posible garantizar una atención de calidad ni una planificación efectiva de recursos. Su fortalecimiento debe ser una prioridad en la agenda de salud, articulado con la estrategia de APS y los principios de cobertura universal.

Más aún, invertir en SIS es invertir en justicia sanitaria, considerando la transformación digital del sector salud como inclusiva, contextualizada y orientada a cerrar brechas históricas en la distribución del bienestar.

8. Referencias Bibliográficas

    1. AbouZahr C, Boerma T. Bull World Health Organ. 2005;83(8):564–571.

WHO. Everybody's Business: Strengthening Health Systems to Improve Health Outcomes. Geneva; 2007.

2. Lippeveld T. Health Policy Plan. 2001;16(2):135–146.
3. WHO. Lessons from COVID-19: Building resilient health information systems (2022).

4. López-Acuña D. Rev Panam Salud Publica. 2019;43:e77.

5. OPS. Estado de los sistemas de información en salud en las Américas. 2021.

6. Starfield B, Shi L. Health Affairs (Millwood). 2004;23(3):135–151.

7. Ministry of Social Affairs, Estonia. E-Health Strategy 2021–2027.

8. WHO. Digital health strategy 2020–2025. Geneva; 2020.

9. HISP Centre. Using health data for equity and rights. University of Oslo; 2022.

10. PAHO. Avances en salud digital en América Latina. 2022.

11. WHO Europe. Digital Health Action Plan for the European Region 2023–2030.

12. Tangcharoensathien V, et al. BMJ. 2018;361:k2482.

13. Adler-Milstein J, et al. Health Affairs. 2017;36(7):1230–1237.


[1]* El autor es médico especialista en Salud Pública, con MBA en Gestión Internacional de la Salud por Frankfurt School of Finance and Management, Maestría en Ciencias de la Salud Pública y el PhD en Estudios Interdisciplinarios, mención Salud Global, por la Universidad de Miami. 

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