Revelan papel clave del colesterol en la migración de las células del sistema inmunológico

Un equipo de investigadores del Centro Nacional de Biotecnología (CNB) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha identificado el papel determinante del colesterol en la capacidad de las células del sistema inmunológico para migrar hacia zonas afectadas por infecciones, inflamación o daño tisular. El hallazgo, publicado en la revista Cell Communication and Signaling, abre nuevas posibilidades terapéuticas para controlar procesos inflamatorios crónicos, enfermedades autoinmunes y la metástasis del cáncer.

El estudio demuestra que una reducción controlada del colesterol en la membrana de las células inmunitarias altera la organización y funcionalidad de los receptores que estas utilizan para orientarse y desplazarse hacia los tejidos donde deben ejercer su función. En particular, los investigadores se centraron en el receptor CXCR4, clave para la migración de los linfocitos T en respuesta a señales químicas liberadas durante procesos inflamatorios.

Ante una infección o daño tisular, las células afectadas liberan quimioquinas, proteínas que actúan como señales de alerta y atraen a las células inmunes. Estas señales son reconocidas por receptores específicos en la membrana celular, lo que permite a los leucocitos desplazarse siguiendo un gradiente químico. Sin embargo, el estudio reveló que al reducir moderadamente los niveles de colesterol —mediante el uso de la enzima colesterol oxidasa— la fluidez de la membrana se ve alterada, impidiendo que el receptor CXCR4 forme las agrupaciones necesarias para detectar correctamente estos gradientes.

“El receptor sigue reconociendo la señal, pero pierde la capacidad de organizarse para orientar el movimiento celular, lo que hace que la célula se mueva sin dirección”, explicó Mario Mellado, investigador del CSIC en el CNB y director del estudio.

El movimiento celular es un proceso esencial en múltiples funciones biológicas, desde la formación de órganos y la cicatrización de heridas hasta la respuesta inmunitaria y la propagación del cáncer. En el sistema inmunológico, una migración descontrolada puede contribuir a la infiltración excesiva de células en los tejidos, provocando daños característicos de enfermedades autoinmunes e inflamatorias crónicas.

Los investigadores utilizaron técnicas avanzadas de imagen, biofísica, biología molecular y análisis de lipidómica para observar cómo la reducción del colesterol afecta la organización de los receptores y la activación de integrinas, proteínas que facilitan la adhesión y el desplazamiento celular.

Los resultados sugieren que modificar de manera controlada la composición lipídica de la membrana celular podría convertirse en una estrategia terapéutica para regular la migración de células inmunitarias. Esta aproximación podría ser útil en enfermedades como la esclerosis múltiple o la artritis, así como en la prevención de la metástasis tumoral.

“Una misma célula puede comportarse de forma completamente distinta si el colesterol de su membrana está alterado, lo que demuestra la enorme plasticidad funcional de las células”, señaló Mellado.

La investigación fue financiada por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, la Agencia Estatal de Investigación, el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) y la Comunidad de Madrid.

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