Presidenta de Sociedad de Infectología se pronuncia ante caso sospechoso de “bacteria come carne” en el país

A propósito de la reciente sospecha de un caso de infección por Vibrio vulnificus en el país —conocida popularmente como la “bacteria come carne” por su capacidad de causar infecciones cutáneas graves y de rápida evolución— la doctora Yori Roque, presidenta de la Sociedad Dominicana de Infectología informa que el Ministerio de Salud Pública ha dado seguimiento oportuno a la situación, realizando las tomas de muestras correspondientes.

De acuerdo con la información disponible hasta el momento, no existe evidencia de que las manifestaciones presentadas por la persona fallecida estén relacionadas con esta bacteria. Se está a la espera de los resultados de las pruebas tomadas por el MSP. Asimismo, destacó que existen otras bacterias de rápida progresión que podrían estar asociadas a este caso en particular.

Desde la sociedad especializada, la doctora Roque hace un llamado a la población a guardar la calma y evitar emitir diagnósticos no confirmados, ya que esto puede generar desinformación y causar mayor daño a las personas directamente afectadas.

El Vibrio vulnificus habita de forma natural en ambientes marinos y aguas salobres, siendo más frecuente en meses cálidos y zonas costeras. Su presencia puede aumentar tras fenómenos climáticos extremos como tormentas o inundaciones. Las principales vías de transmisión son:

Consumo de mariscos crudos o poco cocidos, especialmente ostras.

Contacto de heridas con agua contaminada o mariscos crudos.

Las manifestaciones clínicas pueden incluir diarrea, infecciones cutáneas severas y septicemia fulminante (infección generalizada grave). Las personas con enfermedades hepáticas como cirrosis o hepatopatías crónicas, exceso de hierro en sangre (hemocromatosis), diabetes, cáncer o inmunosupresión tienen mayor riesgo de enfermedad grave. En casos de septicemia primaria, la tasa de letalidad puede alcanzar el 50%.

En Estados Unidos se reportan entre 150 y 200 casos anuales, con mortalidad cercana al 20%. El aumento de la temperatura del mar y el cambio climático han favorecido su expansión geográfica hacia zonas más al norte.

Prevención:

Cocinar completamente mariscos y pescados.

Evitar el consumo de ostras crudas.

Proteger las heridas y evitar contacto con agua marina o salobre.

Buscar atención médica inmediata ante fiebre, dolor intenso o lesiones ampollosas tras la exposición.

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