Un grupo internacional de expertos advierte en la revista The Lancet sobre la grave amenaza que representa la contaminación por plásticos para la salud pública, una problemática todavía insuficientemente reconocida. Los especialistas alertan que los plásticos están relacionados con enfermedades y muertes desde la infancia hasta la vejez, afectando de manera desproporcionada a las poblaciones de menores ingresos.
El artículo, que coincide con el inicio este martes en Ginebra (Suiza) de las negociaciones internacionales para un tratado mundial jurídicamente vinculante sobre la contaminación por plásticos, destaca que los costos económicos vinculados a los impactos en la salud superan los 1,5 billones de dólares anuales.
Estas negociaciones, que se extenderán hasta el 14 de agosto, buscan establecer un marco global integral que regule todo el ciclo de vida de los productos plásticos, incluyendo la contaminación marina, con la intención de reducir su impacto ambiental y sanitario.
Los investigadores, provenientes de instituciones en Estados Unidos, Australia y Alemania, entre otros países, piden que se dé mayor protagonismo a los efectos sobre la salud en las políticas que abordan la contaminación plástica. Advierten que, si no se modifican las tendencias actuales, la producción mundial de plástico casi se triplicará entre 2019 y 2060.
Entre los hallazgos, los científicos denuncian la “falta de transparencia” sobre las sustancias químicas presentes en los plásticos, su volumen de producción y toxicidad, lo que dificulta evaluar con precisión sus riesgos. Además, revisan estudios que han detectado microplásticos en tejidos humanos como pulmones, riñones, cerebro, sangre e incluso semen, aunque reconocen que se necesitan más investigaciones para entender los impactos reales sobre la salud, por lo que recomiendan aplicar el principio de precaución.
La contaminación atmosférica también está vinculada a los plásticos, ya que el 57 % de los residuos plásticos no gestionados se queman al aire libre, especialmente en países de ingresos bajos y medios, liberando partículas nocivas y sustancias tóxicas que afectan a trabajadores y comunidades.
Otro problema ambiental y sanitario señalado es que los residuos plásticos pueden crear hábitats para mosquitos y microorganismos, contribuyendo a la propagación de enfermedades transmitidas por vectores y al aumento de la resistencia a antimicrobianos.
Philip Landrigan, profesor de Biología en la Universidad de Boston y uno de los autores del estudio, advierte: “Queremos que la gente sea consciente de que el plástico no es tan seguro, cómodo ni barato como cree”. Subraya que los plásticos, fabricados a partir de combustibles fósiles, contaminan alimentos y agua, están vinculados a numerosas enfermedades humanas y generan elevados costos en atención sanitaria y daños medioambientales, además de ser una fuente significativa de gases de efecto invernadero.
Como respuesta a la urgencia de esta problemática, los expertos anuncian el lanzamiento del proyecto ‘Lancet Countdown on Health and Plastics’, una iniciativa internacional que establecerá indicadores para monitorear los efectos de los plásticos y sus químicos en la salud humana, así como para evaluar las políticas públicas y privadas implementadas para mitigar estos impactos. Este proyecto cuenta con la colaboración de la Universidad de Boston, la Universidad de Heidelberg (Alemania), el Centro Científico de Mónaco y la Fundación Minderoo (Australia). El primer informe está previsto para mediados de 2026.
Fuente EFE.
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