SANTO DOMINGO.-Las personas que padecen trastornos mentales graves, con una duración mayor a los dos años y con discapacidad de moderada a severa, deben ser priorizadas en la vacunación contra COVID-19.
Así lo consideró la Asociación Psiquiátrica de América Latina (APAL), en un comunicado.
Según informó la asociación, los reportes muestran que las personas con trastornos mentales graves pueden tener un mayor riesgo de contagio y mortalidad por COVID-19, dado sus desventajas sociales, problemas para comprender información o ejecutar medidas preventivas, así como dificultades para comunicar los síntomas y el padecimiento de otras enfermedades.
La APAL recordó que los criterios éticos de la Organización Mundial de la Salud y otras instituciones para priorizar el uso de las vacunas coinciden en dar prioridad a las personas encargadas de ayudar a otros y a quienes corren un mayor riesgo de infección y desarrollo de formas graves de la enfermedad.
Esta entidad instó a sus Asociaciones y Sociedades base a solicitar a sus gobiernos e instituciones responsables de la salud pública que destinen los recursos financieros, logística y personal para enfrentar los problemas de salud mental como consecuencia de la pandemia.
Así como las medidas de protección, incentivos y capacitación del personal sanitario, sobre todo los psiquiatras y otros trabajadores de la salud mental.
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