SANTO DOMINGO- El Presidente de la Sociedad Dominicana de Pediatría, doctor Marcos Díaz Guillén, manifestó su posición sobre el problema del matrimonio infantil desde una perspectiva de salud física y psicológica.
En este sentido, el representante de los médicos pediatras mostró preocupación por que jóvenes sin madurez biológica e intelectual puedan acceder a las obligaciones de la institución matrimonial en una posición de dependencia no solo económica, sino, y quizá más grave, de dependencia emocional e intelectual.
La postura de la Sociedad Dominicana de Pediatría en torno al matrimonio infantil no se fundamenta en las secuelas físicas de mayor o menor gravedad que pueden producir en las menores de edad la práctica de relaciones sexuales, sino también en la perniciosa relación de dependencia que suele producirse dentro de esta clase de matrimonios, en los que existe una gran diferencia de edad y, generalmente, también una notable asimetría económica.
El doctor Díaz Guillén recordó la responsabilidad de padres y jueces en el problema; ya que el consentimiento de los progenitores es requisito ineludible para la celebración de matrimonios de menores de edad, siendo necesaria, además, la autorización de un juez de primera instancia cuando los contrayentes son menores de 16 años si es varón y 15 años si es mujer.
“Por razones de salud mental y física, el matrimonio debe limitarse a contrayentes mayores de edad”, puntualizó.
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