Malaria problema de salud pública latente en República Dominicana

6 de noviembre “Día contra el Paludismo en Las Américas”

Dr. Rafael Ramos Rincón, presidente de la Sociedad Dominicana de Médicos Salubristas  

La malaria o paludismo es una enfermedad endémica de los países tropicales causada por un grupo de parásitos del género Plasmodium y transmitida al hombre mediante la picadura de un mosquito vector del género Anopheles.  La malaria sigue siendo un problema para la salud pública en la República Dominicana. 

Situación de la malaria en la República Dominicana

En la República Dominicana, la distribución anual de casos de malaria ocurridos entre 1965-2004, muestra una primera etapa (1965-1978) caracterizada por una endemia baja con menos de 800 casos por año. En el año 1980 se aprecia el pico más alto de la historia malárica alcanzando 4780 casos. Posteriormente (1986-1989) se establece la endemia entre 1000 y 1400 casos por año, para mostrar una tendencia al aumento entre 1990 y 1996. En el año 1999 se produjo un pico que alcanzó los 3589 casos. 

Entre el año 2000 y el 2006 la tendencia fue al incremento, alcanzando un máximo de 3837 casos en el año 2005, para luego disminuir en forma sostenida hasta reportarse 1640 casos en el año 2009. Después de ese descenso paulatino y sostenido de los casos, estos se incrementaron en el año 2010, a consecuencia, entre otros factores, de un incremento considerable en los casos importados desde Haití y detectados en el territorio nacional. En el año 2011 los casos se redujeron nuevamente al reportarse 1616 afectados por la enfermedad, continuando la tendencia a la disminución durante el año 2012 registrándose sólo 952 casos en todo el territorio nacional. La distribución de los casos de malaria en la  República Dominicana, 2021 hasta la semana epidemiológica 40 es de 229 casos.

Características sociodemográficas

En nuestro país, la malaria afecta predominantemente al sexo masculino. Hasta este momento el 83 % de todos los casos registrados son de sexo masculino, mostrándose este porcentaje con muy baja variación en cada uno de los años de la serie.  Se reconoce también que la malaria es más frecuente en las edades productivas y reproductivas. disminuyendo conforme se ha reducido el índice de ruralidad en los últimos años, incrementándose el número de casos registrados en residentes de zonas urbanas. La reducción del índice de ruralidad en los últimos siete años se puede atribuir al hecho de que en esos años hemos notado un incremento de los casos en municipios donde el mayor peso en la distribución de la carga de la enfermedad corresponde a la zona urbana. 

En la distribución por nacionalidad, no sólo influyen los casos importados desde Haití, sino que incluyen casos detectados en nacionales haitianos infectados en áreas endémicas de la República Dominicana, las cuales en su mayoría corresponden a asentamientos en zonas de actividad agrícola intensa o donde se concentran construcciones de obras. Una de las variables de mayor incidencia en la dinámica de transmisión de la malaria son estos inmigrantes, indocumentados en su inmensa mayoría, trabajan principalmente en la agricultura, la construcción y la hotelería.

Recomendación para el control y eliminación

La estrategia nacional de promoción, prevención y control de la malaria se sustenta en las siguientes intervenciones:

 · Vigilancia epidemiológica con estratificación de las poblaciones y territorios de acuerdo con riesgos y procesos determinantes.

· Diagnóstico mediante microscopía de los casos febriles, por parte de los servicios de salud en sus diferentes niveles de atención (búsqueda pasiva) o mediante visitas domiciliarias en las localidades y centros de acopio de obreros agrícolas y de la construcción (búsqueda activa).

· Tratamiento oportuno por personal de salud y del CENCET en todo el territorio nacional, de forma estrictamente supervisada y en boca del paciente, tomando muestras de seguimiento de la respuesta al tratamiento para vigilancia de la resistencia a los antimaláricos.

· Vigilancia entomológica para caracterizar los hábitos del mosquito vector, comportamiento, densidad poblacional, tipos de criaderos, así como su susceptibilidad o resistencia a los insecticidas.

· Promoción de la participación social efectiva, tanto de los trabajadores migrantes y pobladores residentes en zonas endémicas, como de los empleados y los empresarios de zonas turísticas y otras con construcciones intensivas.

· Manejo integral de los vectores, de acuerdo con las características ecológicas de cada territorio endémico y el comportamiento de los vectores y de las poblaciones, incluyendo acciones de modificación del medio ambiente, aplicación de biolarvicidas, rociado espacial de insecticidas, y el uso de insecticidas residuales cuando sea apropiado.

Para lograr esta estrategia de promoción de la salud se necesitan las siguientes acciones.

1- Establecimiento de políticas públicas saludables

2- Establecimiento de ambiente y entorno saludables

3- Desarrollo de habilidades personales

4- Reorientar los servicios de salud.

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