¿La comida rápida tiene hueco en una vida saludable?

Son muchos los mitos que existen sobre este tipo de comida. Hay una relación de amor-odio muy grande con ella y se han realizado muchos estudios sobre lo que contienen y qué beneficios aporta para la salud.

La comida rápida, comida basura, fast food o junk food, como se quiera denominar, ofrece una alta cantidad de calorías, azúcares, proteínas de origen vegetal o sodio que son también saludables para nuestro cuerpo en muchos momentos, pero por otro lado, tiene conservantes, potenciadores de sabor, grasas saturadas, colorantes o no brindan nada de fibra y vitaminas. 

Por ello, es que estas comidas no se aconsejan para nada en una dieta a diario. Las grasas saturadas aumentan el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares al subir el colesterol malo o LDL y bajar el colesterol bueno o HDL. También incrementa el riesgo de padecer hipertensión, debido al exceso de sodio. 

Pero como todo en la vida, todo tiene su parte mala y su parte buena, y en la moderación está la clave. Así que si se ve de esta manera, la comida rápida sí tiene cabida en una dieta saludable. 

Con una dieta equilibrada y la práctica de deporte se consigue mantener una buena salud, y se podrían comer todo tipo de alimentos. 

La mejor recomendación

Cuando se quiere gozar de una buena salud, uno de los consejos más repetidos por los expertos es que se mantenga una adecuada alimentación. Cuidar lo que comemos es de vital importancia.

La ingesta excesiva de determinados nutrientes que contienen algunos alimentos pueden ser nocivos para nuestro organismo, que pueden pasar factura tanto a corto como a largo plazo y generarnos enfermedades. 

Nuestro cuerpo necesita un aporte de hidratos, proteínas de origen vegetal y azúcar esenciales para tener vitalidad a lo largo del día. Estos alimentos contienen esos nutrientes que dan energía. Lo malo, como se ha mencionado, es que se convierta en un hábito. Si se come de manera equilibrada a lo largo de la semana, y se realizan unas 25 o 30 comidas en una semana, incluir un día un menú de este tipo de comida no hace daño. Lo importante, es tener en cuenta cuando es más recomendable. La ingesta de hidratos siempre es peor en la noche porque no se va a realizar una actividad que queme la energía que aportan. 

Para tener una buena salud, una dieta tiene que cubrir la petición de energía y nutrientes, que en cada persona es distinta. Pero debe tener la cantidad y proporción correcta de elementos que son necesarios para que nuestro organismo se encuentre en plena forma física y también mental. 

Se debe consumir diariamente verduras, hortalizas, cereales, pan y patatas, al igual que fruta fresca, productos lácteos y carne, pescado o huevo. Se necesita un aporte de minerales, vitaminas, proteínas, hidratos de carbono al día, para que el cuerpo funcione de manera adecuada y se pueda afrontar la rutina de una jornada. 

Una dieta equilibrada proporciona tener defensas suficientes para luchar contra cualquier enfermedad, prevenir problemas en los huesos y mejorar el buen rendimiento intelectual. Tanto para los adultos como para los niños comer de manera saludable es esencial y hay que comer de todo. 

Por ello, una buena recomendación es dejar la comida rápida para ocasiones especiales. Este tipo de comida lleva décadas en nuestras vidas y es cierto que se convirtió en toda una revolución. 

Por otra parte, en muchos momentos nos salva cuando no se tiene mucho tiempo para cocinar. Como se ha dicho, no olvidando que se debe consumir moderadamente, sí puede tener un hueco en nuestra vida.

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