Tras la pandemia del COVID-19, que se estima cobró la vida de al menos 15 millones de personas entre 2020 y 2021, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha puesto un énfasis renovado en la prevención y preparación global ante posibles amenazas sanitarias.
Conscientes de que los virus pueden propagarse rápidamente y cruzar continentes en cuestión de días —como ocurrió con el COVID-19—, la OMS ha desarrollado nuevas herramientas y establecido alianzas estratégicas para fortalecer los sistemas de detección temprana y análisis de virus, con el objetivo de evitar futuras crisis sanitarias.
Entre estas iniciativas destaca el Centro de Información de la OMS sobre Pandemias y Epidemias, ubicado en Berlín. Desde su inauguración, este centro apoya a más de 150 países en la vigilancia epidemiológica, permitiendo detectar amenazas sanitarias con mayor rapidez y eficiencia.
Uno de los pilares clave del centro es el sistema de alerta temprana conocido como Iniciativa de Inteligencia Epidemiológica de Código Abierto (EIOS). Este sistema analiza continuamente fuentes de información en línea y emplea inteligencia artificial para detectar señales tempranas de posibles brotes de enfermedades.
“El Centro permite disponer de las herramientas y los análisis más sólidos para mejorar la detección precoz de las amenazas y actuar frente a ellas lo antes posible, así como para prestar apoyo a los responsables políticos de todo el mundo. He instado a todos los Estados Miembros de la OMS a colaborar estrechamente con el Centro, no solo para reforzar su propia seguridad sanitaria nacional y regional, sino también para contribuir a la preparación y la respuesta a escala mundial”, afirmó el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.
Asimismo, la vigilancia genómica de patógenos se ha convertido en una herramienta crucial para rastrear, anticipar y responder a brotes. La Red Internacional de Vigilancia de Patógenos (IPSN) conecta a más de 235 organizaciones y países para ampliar el monitoreo genético de virus en todo el mundo. Para impulsar esta red, la OMS ha destinado un fondo de 4 millones de dólares a países de ingresos bajos y medianos.
Como parte de sus innovaciones, la OMS también está desarrollando un simulador de pandemias: una plataforma tecnológica que permitirá modelar la transmisión de enfermedades y evaluar en tiempo real el impacto de diversas medidas de respuesta. Esta herramienta será clave para ayudar a los responsables de políticas públicas a tomar decisiones informadas y eficaces ante futuras emergencias sanitarias.Ante la amenaza constante de que surja una nueva pandemia, la OMS sigue estando a la vanguardia del desarrollo de herramientas, alianzas y el fortalecimiento de las capacidades de información y vigilancia en materia de salud pública en todo el mundo.
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