El Hospital Padre Billini conmemoró este lunes el 188 aniversario del natalicio de su benefactor, Francisco Xavier Billini, con una misa de acción de gracias realizada en la Capilla San Andrés del centro de salud, en un acto dedicado a honrar la vida, obra y legado del destacado sacerdote, educador y filántropo dominicano.
La ceremonia fue presidida por monseñor Thómas Morel Diplán, arzobispo Coadjutor de Santo Domingo, quien resaltó la trascendencia del aporte del padre Billini a la Iglesia y a la sociedad dominicana.
“Nos reunimos para celebrar este día, en el que recordamos su vida, memoria y trayectoria. Damos gracias a Dios por su presencia en este mundo y por el aporte que hizo a nuestra sociedad”, expresó durante la homilía.
El director general del hospital, doctor Sergio Antonio Roque Cruz, agradeció la presencia de autoridades, colaboradores y personal médico, invitándolos a asumir en su día a día los valores que caracterizaron al sacerdote.
“El mensaje de monseñor Thomas no tiene desperdicio; la humanidad ha perdido la sensibilidad. En momentos difíciles debemos pedirle al Señor que incremente nuestra fe, porque con ella podemos desarrollar generosidad y sensibilidad en un mundo que se ha vuelto insensible”, señaló.
Durante el acto, Sor Trinidad Ayala también expresó su agradecimiento al arzobispo Morel Diplán por acompañar la actividad y le recordó su vínculo con la institución.
“Eres parte de la familia hospitalaria. Esta es la casa de todos. Cuídala y acógela”, manifestó.
Además, valoró la labor del doctor Roque Cruz, del administrador Guillermo Bobadilla y del subdirector doctor Carlos Domenech, destacando su compromiso y dedicación en la gestión del centro.
Al concluir la misa, las autoridades del hospital depositaron una ofrenda floral en el busto del padre Billini, acompañados por la banda del Cuerpo de Bomberos del Distrito Nacional. El acto ceremonial incluyó la entonación del Himno Nacional.
Sobre el padre Billini
Francisco Xavier Billini nació el 1 de diciembre de 1837 y se distinguió por su labor sacerdotal, educativa y filantrópica. Fundó importantes obras sociales dedicadas a los más necesitados, entre ellas el Hospital Padre Billini y la Congregación de las Hijas del Buen Pastor (1878). Su entrega constante al servicio comunitario le valió el reconocimiento popular como el “Padre de la beneficencia”.
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