En el marco del Día Internacional del Hígado Graso, la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH) ha lanzado un contundente llamado a la anticipación frente al aumento alarmante de casos de hígado graso en menores. Actualmente, hasta el 40 % de los niños con sobrepeso u obesidad ya presenta esta enfermedad, que afecta al 10-15 % de los menores de 16 años, una cifra impensable hace apenas una década, cuando era considerada una afección exclusiva de adultos.
“Si queremos resultados diferentes, tenemos que hacer cosas diferentes”, declaró el doctor Rafael Bañares, presidente de la AEEH, subrayando que el enfoque no puede limitarse a tratar los casos avanzados, sino que es imprescindible detectar precozmente a los pacientes en estadios iniciales o aún sin fibrosis hepática.
Revertir la enfermedad en etapas tempranas
La detección precoz, especialmente en niños y jóvenes, es clave: la modificación del estilo de vida —dieta saludable y ejercicio regular— puede revertir el hígado graso en el 80 % de los casos, señala la AEEH.
Como parte de su Plan de Salud Hepática Reto 2030, la asociación propone incorporar la valoración del hígado graso como factor de riesgo cardiovascular y aplicar estrategias de detección en Atención Primaria dirigidas a pacientes con obesidad, diabetes, hipertensión y dislipemia.
Entre las medidas concretas se encuentra la inclusión del marcador de fibrosis hepática FIB4 en analíticas rutinarias, seguido de una elastografía de transición (Fibroscan) en pacientes con resultados positivos, una técnica no invasiva que permite detectar grasa y fibrosis en el hígado.
Nuevas terapias en el horizonte
Aunque el hígado graso suele evolucionar de forma silenciosa hasta etapas graves como la cirrosis o el cáncer hepático, hay avances terapéuticos esperanzadores. El medicamento Resmetirón, en proceso de aprobación en Europa, ha mostrado eficacia en la reducción de la inflamación y fibrosis hepática. También se desarrollan ensayos clínicos con agonistas del receptor GLP1, actualmente indicados para diabetes y obesidad, con resultados prometedores frente a la fibrosis hepática.
Una amenaza creciente para la salud pública
Más de 10 millones de personas en España padecen hígado graso; de ellas, dos millones presentan inflamación y unas 400.000 ya han desarrollado cirrosis. Según la AEEH, si no se adoptan medidas efectivas, la mortalidad asociada a esta enfermedad podría duplicarse en los próximos cinco años, alcanzando 7.600 muertes anuales en 2030.
Ante esta realidad, los hepatólogos insisten en que la prevención y la anticipación deben convertirse en pilares centrales de una estrategia colectiva para enfrentar esta creciente amenaza a la salud pública.
Fuente EFE.
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