Fibrilación auricular: un ritmo cardíaco irregular que puede derivar en un accidente cerebrovascular

Un ritmo irregular del corazón puede parecer inofensivo, pero podría ser el primer signo de una afección grave: la fibrilación auricular (FA), un trastorno del ritmo cardíaco que, si no se detecta y trata a tiempo, aumenta significativamente el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular (ACV).

La fibrilación auricular puede pasar desapercibida durante años y, en muchos casos, se detecta por casualidad durante un chequeo médico. Sin embargo, en otros pacientes, esta condición se manifiesta a través de síntomas como palpitaciones, fatiga o dificultad para realizar actividades diarias, afectando considerablemente su calidad de vida.

Estudios médicos indican que cerca del 15 % de los accidentes cerebrovasculares están relacionados con la fibrilación auricular. Esto se debe a la formación de coágulos en las cámaras superiores del corazón, especialmente en el apéndice auricular izquierdo, una estructura en forma de bolsa donde se origina el 90 % de los coágulos asociados a esta condición.

Los principales factores de riesgo para desarrollar ACV en personas con FA incluyen la edad, hipertensión, antecedentes de eventos cerebrovasculares, diabetes, enfermedad arterial coronaria e insuficiencia cardíaca congestiva.

Tratamientos disponibles

Existen tres enfoques fundamentales para el tratamiento de la fibrilación auricular: terapia farmacológica, cardioversión y procedimientos intervencionistas.

Los medicamentos son el tratamiento más común y se utilizan para controlar el ritmo cardíaco, reducir los síntomas y prevenir la formación de coágulos. Entre ellos se incluyen betabloqueantes, bloqueadores de canales de calcio, digoxina, antiarrítmicos y anticoagulantes, comúnmente conocidos como "afinadores de la sangre".

En algunos casos, se recurre a la cardioversión, un procedimiento hospitalario programado que busca restaurar el ritmo cardíaco normal. A pesar de esto, muchos pacientes deben seguir tomando medicamentos a largo plazo, ya que la fibrilación puede reaparecer.

Cuando los tratamientos convencionales no resultan eficaces, se consideran procedimientos más avanzados:

Oclusión del apéndice auricular izquierdo. Este procedimiento mínimamente invasivo permite implantar un dispositivo que sella el apéndice auricular izquierdo, reduciendo el riesgo de coágulos sin necesidad de anticoagulación crónica. Generalmente, el paciente puede recibir el alta el mismo día o al siguiente.

Ablación por radiofrecuencia o crioablación. Estas técnicas utilizan calor o frío para destruir el tejido cardíaco anormal que genera los impulsos eléctricos irregulares.

Ablación mediante campos electromagnéticos pulsados (PFA). Esta novedosa técnica se diferencia por su precisión y menor impacto en los tejidos circundantes. Utiliza pulsos eléctricos breves para actuar directamente sobre el miocardio, lo que permite una recuperación más rápida y segura.

Ablación híbrida. Indicada para casos persistentes de FA de larga duración, esta técnica combina cirugía mínimamente invasiva con ablación por catéter, permitiendo un tratamiento integral de las áreas internas y externas del corazón.

Importancia del diagnóstico precoz

Los especialistas del Sistema de Salud de Mayo Clinic en Eau Claire, Wisconsin, los doctores Vaibhav Vaidya, Gurpreet Singh y Nishant Saran, enfatizan que el diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado son esenciales para reducir los riesgos asociados a esta afección. Subrayan que abordar a tiempo la fibrilación auricular puede no solo prevenir eventos cerebrovasculares, sino también mejorar significativamente la calidad de vida de los pacientes.

No te pierdas una noticia, suscribete gratis para recibir DiarioSalud en tu correo, siguenos en Facebook, Instagram, Twitter, Linkedln, telegram y Youtube

Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad