La gripe afecta cada año a miles de personas, pero su impacto es especialmente significativo en la infancia, donde los niños no solo padecen más el virus, sino que también se convierten en los principales transmisores. Pediatras de la Asociación Española de Pediatría (AEP) subrayan la importancia de ampliar la vacunación gratuita hasta los 17 años para mejorar la protección y reducir complicaciones.
Según la AEP, los menores son el principal vector de la gripe al contagiar más y durante más tiempo que los adultos. Francisco Álvarez, coordinador del Comité Asesor de Vacunas de la entidad, explica que los niños eliminan cantidades más altas del virus por vía respiratoria y pueden transmitirlo hasta seis días antes de presentar síntomas, frente al día previo habitual en adultos.
Además, después de la recuperación, continúan eliminando el virus hasta dos semanas, mientras que en los adultos este periodo se reduce a cuatro o cinco días. “Esta diferencia es fundamental y uno de los motivos por los que queremos prevenir la gripe en los niños, no solo por ellos, sino para evitar que contagien a otros”, señala Álvarez.
La gripe en niños puede ser más grave
El especialista advierte que la mitad de los menores que requieren hospitalización por complicaciones de gripe son niños sanos, sin factores de riesgo previos. Antes de la inclusión de la vacuna en el calendario para los pequeños de 6 a 59 meses, se registraban anualmente 4.000 hospitalizaciones, 800 casos graves, 250 ingresos en UCI y entre 8 y 20 muertes en menores de 5 años y adolescentes.
La agresividad del virus en la infancia y su capacidad de complicarse hacen que los expertos insistan en que la gripe no debe confundirse con un simple resfriado.
Síntomas y cuadro clínico
Los síntomas en niños y adultos suelen ser similares: fiebre elevada de inicio repentino, congestión, tos, dolor de garganta, vómitos y diarrea, además de un fuerte malestar general. Sin embargo, durante la temporada de gripe coinciden otros virus, como el rotavirus o el virus respiratorio sincitial (VRS), lo que complica el diagnóstico inicial.
Álvarez destaca que, gracias al anticuerpo monoclonal aprobado para prevenir el VRS en menores de 6 meses, los casos de bronquiolitis han disminuido significativamente, aliviando las urgencias pediátricas.
Vacunación: una herramienta clave y segura
La AEP aboga por extender la vacunación financiada de la gripe hasta los 17 años, al igual que ocurre con otras vacunas del calendario. Con una eficacia estimada entre el 60 % y el 70 %, los pediatras señalan que esta medida evitaría complicaciones bacterianas posteriores, como neumonía u otitis, reduciendo además la necesidad de antibióticos y el riesgo de resistencias.
No obstante, la aceptación de la vacuna aún es baja. La primera campaña infantil registró una cobertura del 36 %, la segunda un 45 %, y este año la AEP aspira a alcanzar el 75 % en el grupo de 6 a 59 meses.
Existen dos tipos de vacunas: la inyectable, indicada hasta los dos años, y la intranasal, disponible hasta los 59 meses. Los expertos consideran que mejorar el acceso y la comunicación con las familias aumentará las tasas de vacunación y permitirá reducir la carga de la gripe en la infancia.
Fuente EFE.
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