Experto advierte retrasar formación de familia pone en riesgo la fertilidad

En la actualidad, la decisión de formar una familia está sujeta a múltiples factores, entre ellos los económicos y socioculturales. Las dificultades para adquirir una vivienda, establecer un patrimonio o iniciar un emprendimiento hacen que muchas personas prioricen otras metas, como especializarse y alcanzar estabilidad laboral y económica, antes de casarse o tener hijos. Esta tendencia ha provocado que la edad para contraer matrimonio y tener el primer hijo se retrase cada vez más.

A esto se suman los cambios sociales, que han dado lugar a una diversidad de modelos familiares, lo cual también exige adaptarse a nuevas dinámicas y realidades.

Según el doctor José Ángel García Fernández, ginecólogo obstetra y especialista en fertilidad, esta situación obedece a múltiples causas: factores anatómicos, síndrome de ovario poliquístico, endometriosis, infertilidad masculina, enfermedades genéticas, tratamientos médicos que afectan los ovarios y testículos, entre otros.

Dentro de todas estas causas, una que es cada vez más frecuente es la infertilidad, tanto femenina como masculina”, explica el especialista. La Organización Mundial de la Salud estima que una de cada seis parejas enfrenta problemas de fertilidad, lo que representa alrededor del 17.5% de la población. “Siempre hablamos de un 15 a 20% de las parejas con dificultades para concebir”, agregó.

Para enfrentar este desafío, el doctor García Fernández destaca el papel crucial de la reproducción asistida, a la que denomina “semillas de vida”. Esta disciplina abarca un conjunto de técnicas clínicas y de laboratorio que permiten a las parejas y personas solteras lograr su sueño de tener una familia. El proceso implica obtener gametos (óvulos y espermatozoides), realizar micromanipulación, ofrecer condiciones óptimas en el laboratorio y contar con la experiencia de profesionales en cada etapa del tratamiento.

El especialista subraya la importancia de un enfoque personalizado y multidisciplinar que incluya psicología, nutrición, andrología y otras áreas. 

Entrevistamos a ambos miembros de la pareja de forma detallada, realizamos exploraciones ginecológicas minuciosas, sonografía pélvica 3D para evaluar la reserva ovárica y morfología uterina, descartamos patologías, y llevamos a cabo analíticas completas, estudios genéticos y de portadores, además del espermatograma y estudios complementarios del varón”, detalló. 

Agregó además que también se ofrecen recomendaciones generales sobre estilo de vida, alimentación y ejercicio, aspectos clave para el éxito del tratamiento.

Entre las técnicas utilizadas destacan la fertilización in vitro (FIV) convencional y la FIV con ICSI, que permite seleccionar e inyectar directamente espermatozoides en el óvulo. Además, se incluye el diagnóstico genético preimplantacional para detectar anomalías cromosómicas en los embriones, mediante secuenciación de alta generación, con el fin de transferir los embriones con mejor perfil genético y aumentar las posibilidades de éxito.

La preservación de la fertilidad es otra opción relevante, especialmente para mujeres que posponen la maternidad por razones personales o médicas. Este método permite guardar óvulos, espermatozoides o tejido reproductivo, brindando la posibilidad de intentar un embarazo en el futuro. Sin embargo, el doctor García Fernández aclara: “Siempre les digo a mis pacientes que esto no garantiza un embarazo”.

Este enfoque se recomienda en casos de tratamientos médicos (como para cáncer o enfermedades autoinmunes), condiciones médicas como endometriosis o fallo ovárico, o por razones sociales, como retrasar la maternidad debido a la falta de pareja. “Muchas mujeres retrasan la maternidad porque no encuentran pareja, fenómeno que esta antropóloga de Yale denominó ‘brecha de apareamiento’, es decir, la escasez de parejas elegibles, educadas e igualitarias, así como la falta de compromiso del hombre”, explicó.

El experto manifestó que las opciones de preservación incluyen la congelación de óvulos, tejido ovárico, espermatozoides, tejido testicular y embriones. La conservación de embriones presenta dilemas éticos, especialmente cuando la mujer es soltera y requiere donante.

El doctor el doctor García Fernández explicó que la reproducción asistida tiene un impacto positivo al crear familias, brindar oportunidades a parejas del mismo sexo o a personas solteras, y ofrecer esperanza a quienes enfrentan dificultades reproductivas. Las tasas de éxito han mejorado gracias a avances en técnicas, selección de gametos y embriones, así como al uso creciente de inteligencia artificial, que permite optimizar los procesos.

Sin embargo, también existen riesgos: la hiperestimulación ovárica, los embarazos múltiples (que hoy se consideran complicaciones, aunque muchas parejas los desean), y los costos elevados que no siempre son cubiertos por seguros, lo que puede limitar el acceso a estos tratamientos. Además, las tasas de éxito varían según la edad, salud, calidad del tratamiento y otros factores.

Asimismo, mencionó que los aspectos psicológicos son fundamentales, ya que el proceso puede generar estrés, ansiedad, depresión e incluso conflictos de pareja y laborales. Por ello, el apoyo emocional y el compromiso del equipo médico son esenciales.

El futuro –o más bien el presente– está marcado por el uso de inteligencia artificial, que permite personalizar protocolos de estimulación, seleccionar los mejores embriones, eliminar la subjetividad y aumentar las probabilidades de éxito.El doctor ofreció estos detalles al presentar la conferencia “Semillas de Vida: Transformando Sueños en Realidades Familiares”, en el Congreso MedicalNet 2025 bajo el lema “Medicina de Innovación y Calidad”, realizado recientemente en el hotel JW Marriott de Santo Domingo.

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