La psiquiatra Alexandra Hichez alertó sobre el preocupante panorama de salud mental en la República Dominicana. Señaló que, tras la pandemia, entre un 20% y un 38% de la población presenta problemas de salud mental sin diagnóstico, mientras que entre el 4% y el 7% padece trastorno depresivo mayor.
“En nuestro país, el 4.7% de la población está diagnosticada con depresión. Si tomamos un grupo de 100 personas, 20 tienen diagnóstico, 40 muestran síntomas y un 40% niega problemas a pesar de presentar signos evidentes”, la doctora advirtió Hichez.
Retraso en la atención y riesgo de suicidio
Resaltó que los pacientes tardan de 8 a 15 años en consultar a un especialista en salud mental. Este retraso agrava los cuadros clínicos y aumenta el riesgo de desenlaces fatales: el 80% de los suicidios en la región está vinculado a trastornos depresivos.
La doctora Hichez advirtió que muchas personas con depresión normalizan sus síntomas o reciben tratamientos inadecuados, lo que retrasa el diagnóstico y el acceso a terapias efectivas.
Desafíos en educación y atención integral
Subrayó que la formación médica en salud mental sigue siendo insuficiente, lo que contribuye a la discriminación hacia pacientes psiquiátricos y a la falta de detección temprana. Además, criticó la falta de enfoque holístico en la atención:
“Los pacientes con problemas psiquiátricos no solo necesitan medicación, sino también acompañamiento, educación familiar y seguimiento constante”.
La especialista recordó que la depresión no afecta solo al individuo:
“Cada paciente impacta a entre 5 y 9 personas de su entorno, generando disfunción familiar y sobrecarga económica”, explicó.
También advirtió que muchas expresiones indirectas de ideación suicida pasan desapercibidas, y reiteró que deben tomarse siempre en serio como señales de alerta.
La doctora Hichez hizo un enérgico llamado a las autoridades sanitarias, profesionales de la salud y sociedad civil para:
• Reducir el estigma asociado a la salud mental.
• Fomentar el diagnóstico temprano y la educación comunitaria.
• Mejorar el acceso a especialistas y medicamentos.
• Incorporar programas de prevención y atención integral en todos los niveles del sistema sanitario.
“La salud mental debe ser una prioridad de política pública. No podemos permitir que la depresión y el suicidio sigan cobrando tantas vidas evitables”, concluyó.
La doctora ofreció estos detalles durante su ponencia “Desafíos de Salud Mental y Depresión en la Era Post-Pandemia”, presentada en la jornada de actualización de la filial Este de la Sociedad Dominicana de Medicina Familiar.
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