La Sociedad Dominicana de Pediatría (SDP) celebró su último desayuno–conferencia del año, con el tema “Patologías pediátricas asociadas a temporadas de lluvias: identificación temprana y diagnóstico clínico”, a cargo de la doctora Carmen Sarah Mota, pediatra infectóloga, quien profundizó en el abordaje de las enfermedades asociadas a las lluvias y otros eventos climáticos.
Durante su ponencia, la especialista desmintió el mito de que “después de la tormenta llega la calma”, advirtiendo que las precipitaciones, exacerbadas por el cambio climático, generan una serie de riesgos para la salud infantil. Explicó que el impacto de estos eventos no se debe únicamente a la lluvia, sino también a condiciones preexistentes en las comunidades, como el acceso limitado a servicios de salud, la falta de saneamiento básico y el hacinamiento en refugios temporales.
La doctora Mota describió un patrón cronológico en la aparición de infecciones tras las inundaciones. “No todo vienen al mismo tiempo”. Destacó que en temporadas de lluvias los virus que circulan en la época pueden aumentar y verse más casos más tempranamente.
En la fase inmediata, durante los primeros días, señaló un incremento de las Infecciones Respiratorias Agudas (IRAs) debido al hacinamiento y a la mayor circulación de virus estacionales como el Virus Sincitial Respiratorio y la Influenza, así como un aumento de las infecciones de piel y tejidos blandos vinculadas a heridas provocadas por escombros.
Aproximadamente dos semanas después, indicó que suelen predominar las infecciones gastrointestinales —diarreas, cólera y hepatitis A— asociadas a la contaminación de fuentes de agua potable con aguas residuales y al riesgo adicional de bacterias multirresistentes procedentes de los ríos.
En la fase de recuperación, advirtió un incremento de zoonosis como la leptospirosis, cuyo período de incubación puede alcanzar los veinte días, y un aumento de enfermedades transmitidas por vectores como el dengue, chikungunya y zika, favorecidas por la proliferación de mosquitos en agua estancada.
En relación con las gastroenteritis, la infectóloga recordó que la prioridad es prevenir la deshidratación y el desequilibrio hidroelectrolítico, especialmente en la población pediátrica. Asimismo, destacó que la leptospirosis es la zoonosis más frecuente después de las inundaciones y recordó el brote reportado recientemente en el Gran Santo Domingo, Puerto Plata y zonas del sur del país.
Finalmente, hizo un llamado a fortalecer las acciones de prevención y a reforzar los esquemas de vacunación para evitar brotes de enfermedades inmunoprevenibles como el sarampión. Concluyó subrayando que el manejo de estas patologías exige un diagnóstico oportuno y una rápida actuación clínica, con énfasis en el soporte vital mientras se confirman los agentes causales, especialmente en un contexto de elevado riesgo epidemiológico tras las lluvias.
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