Tras décadas bajo control, la miasis provocada por el gusano barrenador (Cochliomyia hominivorax) se encuentra en expansión en Centroamérica, con miles de casos en ganado y centenares en personas, incluidos viajeros que regresaron a sus países infectados. Las autoridades sanitarias y expertos en parasitología advierten de que la plaga está “descontrolada” y sus consecuencias son graves tanto en salud pública como en pérdidas económicas.
Qué es el gusano barrenador
El insecto, conocido como gusano barrenador del ganado o del Nuevo Mundo, es una mosca que deposita sus huevos en heridas abiertas o mucosas de animales y humanos. En apenas 24 horas, las larvas emergen y comienzan a alimentarse de los tejidos vivos de su hospedador, provocando la enfermedad llamada miasis.
“Las moscas hembras ponen de media 343 huevos en heridas o mucosas, y las larvas empiezan a alimentarse de inmediato”, explica Consuelo Giménez, investigadora de la Universidad de Alcalá de Henares. Aunque afecta principalmente al ganado vacuno, también puede parasitar a personas.
Los síntomas en humanos incluyen fiebre, dolor, supuración y presencia visible de larvas en las heridas. En casos graves, puede derivar en septicemia o incluso la muerte, especialmente en niños, ancianos o enfermos.
Una enfermedad ligada a pobreza e higiene
“El gusano barrenador es un problema que va más allá de la ganadería industrial, pues está muy ligado a la falta de higiene y a la pobreza”, subraya Rodrigo Morchón, profesor de parasitología de la Universidad de Salamanca.
En los animales, las infecciones reducen la productividad y, en recién nacidos, pueden ser mortales. En humanos, aunque la mortalidad es baja con atención médica, las lesiones pueden ser severas si afectan zonas delicadas como los ojos o la cavidad oral.
Expansión acelerada
Desde 2022, la enfermedad reapareció en Panamá y rápidamente se extendió a Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Guatemala, El Salvador, Belice y México. Solo en Panamá se registraron casi 50.000 casos en ganado y 161 en humanos. En lo que va de 2025, se han confirmado 166 casos humanos en Honduras, 117 en Nicaragua, 69 en Costa Rica, 41 en México, 3 en El Salvador y 1 en Belice.
El impacto económico también es enorme: México calcula pérdidas de 30 millones de dólares mensuales debido al cierre de exportaciones de ganado vivo hacia Estados Unidos.
Control y medidas
Actualmente no existe vacuna ni tratamiento farmacológico para prevenir la miasis. El control depende de la extracción manual de larvas y de estrategias de bioseguridad, así como de un programa innovador que libera moscas macho esterilizadas para reducir la reproducción del insecto.
México y Estados Unidos ya han impulsado una nueva planta en Chiapas capaz de producir hasta 100 millones de moscas estériles por semana para combatir la plaga.
Aunque el riesgo de llegada a Europa es bajo, expertos recuerdan que la enfermedad es de declaración obligatoria ante la Organización Mundial de Sanidad Animal. “La salud ambiental, animal y humana están estrechamente relacionadas, y fenómenos como este reflejan esa interdependencia”, concluye Morchón.
Fuente EFE.
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