Duelo gestacional y perinatal, un duelo que nadie quiere aceptar

Por: Licenciada Nayely Aguiar

Psicóloga clínica 

Terapeuta infantil juvenil

El duelo gestacional es aquel que acontece tras la pérdida de un embarazo (en cualquier momento del mismo) o durante el alumbramiento así como días después del nacimiento.

Este tipo de duelo está estigmatizado por lo que se habla poco de él, Cuanto más pequeño es ese bebé, cuanto menos tiempo de embarazo haya pasado, más invisibilizado está, tanto la muerte como el duelo. Por lo que se vive en soledad. 

Se trata de una pérdida que en primera instancia provoca un estado de shock en los progenitores porque implica la pérdida de todo un imaginario sin disponer de información que facilite asimilar este suceso. 

Además de que la información que obtienen los progenitores es escasa, suele contener el mensaje “mira hacia el futuro”, por lo que no se está dejando espacio para reconocer el duelo y vivir este proceso de forma consciente. 

Para la mayoría de las mujeres (sobre todo si fue un embarazo buscado y deseado) lo que muere no es un embrión o un feto, es un hijo al que ya amaban. En este proceso pueden ser habituales estados de desconcierto, incredulidad, emociones de rabia, tristeza, sensación de incomprensión, soledad, necesidades de aislamiento y recogimiento, percepciones de vacío, desamparo, apatía, injusticia. 

Son muy habituales los sentimientos de culpa irracional, a los que acompañan las ideas de que podíamos haber hecho algo para prevenirlo.

Esta experiencia deja cicatrices, sin embargo, cuando una de las primeras informaciones que recibe la mujer del médico que la atiende es que puede intentarlo de nuevo, sin tomar en cuenta que  es necesario validar el dolor y reconocer la pérdida. 

El siguiente hijo no puede sustituir al niño no nacido. Es muy importante no excluir al padre de este proceso, y entender que para el hombre también es un periodo difícil.  Por lo que  puede ser necesario que también encuentre su propio espacio para compartir sus sentimientos y necesidades.

El duelo puede durar unas semanas, unos meses o incluso un año, siendo este periodo de tiempo variante entre una persona u otra, se elabora y se aprende a vivir con la nueva realidad. Como todo duelo, comprende una serie de etapas: shock, negación, negociación, tristeza, ira y aceptación.

Pautas para un acompañamiento del duelo gestacional y perinatal:

• Mantener su privacidad

• Escucha a la persona. dale espacio y tiempo para hablar. No insistas si no quiere hablar

• Reconocer y validar la pérdida

• Ayudar para que la persona pueda a obtener ayuda y opciones de apoyo

• No utilices frases hechas tipo: “eres joven, vas a tener más hijos”, “mejor ahora que más tarde”. Hacen mucho daño.

• Intentar no racionalizar la pérdida

• No minimices la pérdida comparándola con tus propias experiencias o experiencias de otras personas.

• Respeta si en ese momento se prefiere estar tiempo a solas.

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