Día Internacional para la Prevención del Trastorno del Espectro Alcohólico Fetal (TEAF)

 Por: Dra. Yolanda Grullón.

 Pediatra - Perinatologa

El 9 de septiembre es el Día Internacional para la Prevención del Trastorno del Espectro Alcohólico Fetal (TEAF). Se celebra para informar y concienciar sobre este tipo de trastorno, todavía muy desconocido. En el que se destacan actuaciones dirigidas a la mejora en la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de este cuadro.

El Trastorno del Espectro Alcohólico Fetal (TEAF) agrupa un gran rango de anomalías físicas, mentales, conductuales y cognitivas que una persona puede presentar cuando ha sido expuesto al alcohol durante su desarrollo prenatal. La forma más grave dentro del espectro es el Síndrome Alcohólico Fetal (SAF). Sus manifestaciones clínicas se pueden dividir en: malformaciones morfológicas (especialmente defectos cráneo-faciales), retraso de crecimiento y alteraciones del sistema nervioso central, expresadas principalmente como alteraciones cognitivas, conductuales, de socialización y del aprendizaje.

Las afectaciones varían en función de muchos factores como la predisposición genética, la cantidad de alcohol consumida y el momento del consumo, entre otros.

La prevalencia de TEAF en el mundo no es fácil de establecer y no existen datos concluyentes en población autóctona nacional, aunque probablemente oscilan entre el 4% y el 7%. Además se estima que 1 de cada 67 recién nacidos expuestos al alcohol nacerá con SAF.

No hay una cantidad segura de alcohol que se sepa que se pueda consumir durante el embarazo o cuando se esté tratando de quedar embarazada. No hay ningún momento en el embarazo en el que se pueda beber sin correr riesgos. El alcohol puede causar problemas para el bebé en gestación en toda etapa del embarazo, incluso antes de que la mujer sepa que está embarazada. Todos los tipos de alcohol son igualmente dañinos, incluso todos los vinos y las cervezas.

Si una mujer bebe alcohol durante el embarazo, nunca es muy tarde para que deje de hacerlo. Debido a que el cerebro del bebé se está desarrollando durante todo el embarazo, cuanto antes una mujer deje de beber alcohol más seguro será para ella y su bebé.

Los trastornos del espectro alcohólico fetal abarcan una amplia variedad de signos y síntomas físicos, neurológicos, conductuales, tales como:

  • Bajo peso corporal.
  • Mala coordinación.
  • Conducta hiperactiva.
  •  Dificultad para prestar atención.
  • Mala memoria.
  • Dificultades en la escuela (especialmente en matemáticas).
  • Discapacidades del aprendizaje.
  •  Retrasos en el habla y el lenguaje.
  • Discapacidad intelectual o coeficiente intelectual bajo.
  • Capacidad de razonamiento y juicio deficientes.
  •  Problemas de succión y dificultades para dormir en los bebés.
  •  Problemas del corazón, los riñones o los huesos.
  • Estatura más baja de la estatura promedio.
  •  Cabeza de tamaño pequeño.
  • Características faciales anormales, como por ejemplo, labios finos, ojos rasgados, aplanamiento del filtrum (surco subnasal).

Diagnóstico

El diagnóstico estará enfocado en la aparición de los siguientes datos.

  • Exposición prenatal al alcohol.
  • Problemas del sistema nervioso central.
  • Peso, estatura, o ambos, más bajos que el promedio.
  • Características faciales anormales (p. ej., surco liso entre la nariz y el labio superior).

Tipos de TEAF

Para describir los trastornos del espectro alcohólico fetal se usan diferentes términos, dependiendo del tipo de síntoma.

  •  Síndrome alcohólico fetal (SAF).
  • Trastorno del neurodesarrollo relacionado con el alcohol.
  • Defectos de nacimiento relacionados con el alcohol.
  • Trastorno neuroconductual asociado a la exposición prenatal al alcohol.

Tratamiento

Los trastornos del espectro alcohólico fetal duran toda la vida. No existe una cura para los trastornos del espectro alcohólico fetal, pero los estudios indican que los servicios de tratamiento de intervención temprana pueden mejorar el desarrollo del niño.

Hay muchas opciones de tratamiento, que incluyen medicamentos para aliviar algunos de los síntomas, terapias de conducta y aprendizaje, capacitación para los padres y otros enfoques alternativos. No existe un único tratamiento que sea adecuado para todos los niños. Los buenos planes de tratamiento incluirán una vigilancia atenta, seguimiento y cambios a medida que sea necesario.

En República Dominicana no contamos con estudios que arrojen datos verificables sobre esta problemática dado que el consumo de alcohol es lícito y culturalmente aceptado, debemos hacer énfasis en la psicoeducación sobre todo a los grupos vulnerables como son las adolescentes embarazadas.

"Todos estos problemas, sin embargo, son 100% prevenibles no bebiendo nada de alcohol desde el momento en el que se planifica el embarazo o dejarlo de hacer en cuanto se confirme". No hay ninguna cantidad de alcohol que se pueda consumir de forma segura durante la gestación.

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