Descubren un nuevo blanco terapéutico para el tratamiento de la sepsis

Investigadores de la Universidad de São Paulo (USP) y colaboradores dieron a conocer una nueva estrategia destinada a prevenir complicaciones asociadas a la sepsis en un artículo publicado en la revista Blood.

La propuesta consiste en inhibir la acción de una proteína llamada gasdermina D, lo que los autores demostraron que es posible con un medicamento aprobado para uso humano y originariamente recomendado para combatir la dependencia de alcohol: el disulfiram.

Este trabajo se llevó a cabo en el Centro de Investigaciones en Enfermedades Inflamatorias (CRID), un Centro de Investigación, Innovación y Difusión (CEPID) de la FAPESP con sede en la Facultad de Medicina de Ribeirão Preto (FMRP-USP).

“Sabemos que este fármaco es seguro, pues se encuentra en uso desde la década 1950, y estamos proponiendo su reposicionamiento para el tratamiento de la sepsis. Vimos que funciona en las pruebas in vitro y en animales. Ahora es necesario realizar un ensayo clínico para evaluar su eficacia en pacientes sépticos”, le dice a Agência FAPESP Camila Meirelles Silva, posdoctoranda en el CRID y primera autora del artículo.

La sepsis, popularmente conocida como “infección generalizada”, es en realidad una inflamación sistémica comúnmente desencadenada por una infección bacteriana que sale de control. En el intento de combatir a los patógenos, el sistema inmunitario termina perjudicando al propio organismo. En las formas más graves, los pacientes desarrollan lesiones que comprometen el funcionamiento de órganos vitales, fundamentalmente los pulmones.

En trabajos anteriores, el equipo del CRID había revelado que un mecanismo inmunitario conocido como “trampa o malla extracelular de neutrófilos” (NET, por sus siglas en inglés) está directamente implicado en las lesiones tisulares de los pacientes con sepsis. Tal como el propio nombre lo sugiere, NET es una estrategia de defensa que emplean principalmente los neutrófilos, un tipo de leucocitos capaces de fagocitar bacterias, hongos y virus. En algunas situaciones extremas, estas células inmunitarias se mueren y el material existente en su núcleo es arrojado al medio exterior en la forma de mallas que son tóxicas tanto para los patógenos como para las células del organismo.

“En este nuevo trabajo hemos develado el mecanismo que permite la liberación de las NET, en el cual la gasdermina D está directamente implicada. Asimismo, demostramos que, al impedir que los neutrófilos liberen estas mallas mediante la inhibición de la gasdermina D, logramos reducir el nivel de lesión tisular y mejorar el pronóstico”, comenta Meirelles Silva.

Fuente: DICYT 

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