Un grupo internacional de investigadores liderado por el Instituto de Biomedicina de Valencia (IBV), perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha anunciado un avance científico significativo que revela la sorprendente complejidad de los fagos, virus que atacan a las bacterias, y destaca sus posibles aplicaciones en biotecnología y biomedicina.
El estudio, publicado en la revista Cell Host & Microbe, desentraña un nuevo y complejo mecanismo de control del ciclo vital de los fagos pertenecientes a la familia SPbeta. Hasta ahora, se creía que los fagos tenían un sistema de control de la lisogenia (estado quiescente) bastante similar, pero este descubrimiento demuestra lo contrario.
Alberto Marina, profesor de investigación del CSIC en el IBV, explica que los fagos de la familia SPbeta tienen tres proteínas distintas, incluida una denominada SroF, para reprimir los genes del ciclo lítico y mantenerse en estado quiescente. Este hallazgo es particularmente fascinante, ya que contradice la creencia previa de que todas las familias de fagos seguían un patrón similar.
El equipo de investigación, en colaboración con el Imperial College de Londres y la Universidad de Tel Aviv, identificó dos proteínas adicionales, SroE y SroD, que participan en el proceso de represión. Estas proteínas han sido recicladas por el fago para cumplir esta función, demostrando la sorprendente capacidad de los fagos para evolucionar y adaptarse.
Elena Cabello, co-primera autora del estudio, señala que este descubrimiento no solo aporta comprensión sobre la complejidad del ciclo vital de los fagos, sino que también revela conexiones con el sistema de comunicación arbitrium, permitiendo la integración del ciclo vital del fago con información ambiental.
El trabajo, realizado en el marco del proyecto TalkingPhages y respaldado por una Synergy Grant del European Research Council, no solo contribuye a la investigación básica sino que abre la puerta a futuras aplicaciones en biotecnología y biomedicina. Con la posibilidad de controlar el ciclo vital de los fagos, se abren nuevas perspectivas para utilizar estos elementos como herramientas en diversos campos, desde la investigación biomédica hasta aplicaciones biotecnológicas innovadoras.
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