Cultura Care: más que una estrategia, pilar de calidad y seguridad en la atención

El Centro Médico de Diabetes, Obesidad y Especialidades (CEMDOE) celebró con rotundo éxito la segunda edición de su Foro Internacional de Calidad y Seguridad en Salud, bajo el lema “Revolución en Salud: Bases para la transformación del sector”.

En el marco del evento, cuyo objetivo fue impulsar la transformación del sistema sanitario, la doctora Maril Núñez, directora de Gestión Humana y Transformación de CEMDOE, disertó sobre Cuidado que se siente: la cultura como parte del modelo de atención”.

En su intervención, habló sobre la Cultura Care, una estrategia que coloca a las personas en el centro de la atención, y que considera parte clave en la prestación de servicios de CEMDOE. Explicó cómo han creado esta cultura y cómo la han convertido en un pilar esencial del modelo de calidad y seguridad de la institución.

“En esencia la idea de Care es muy simple: un colaborador que está muy bien cuidado es un colaborador que va a tratar muy bien y a cuidar muy bien al paciente”, afirmó la doctora Núñez.

La especialista señaló que un colaborador contento, protegido y valorado está más dispuesto a aprender e incorporar nuevos comportamientos, lo que repercute directamente en la calidad de los servicios. Agregó que para que una institución logre transformar su modelo de atención debe garantizar primero que sus empleados adquieran conocimientos y luego los pongan en práctica.

La Cultura Care, además de enseñar nuevas formas de trabajo, acompaña a los colaboradores en el proceso de cambio y fomenta la motivación para asumirlo, ya que ofrece beneficios tanto al empleado como al paciente. Destacó que esta estrategia asegura resultados medibles en la seguridad del paciente, poniendo como ejemplo la validación de credenciales médicas, una acción que evita eventos inseguros y garantiza una atención confiable.

Explicó que Cultura Care funciona como una “sombrilla” que cubre a toda la organización, influyendo en la forma de pensar y actuar del personal. Esto impacta positivamente en la experiencia del paciente, pues un empleado satisfecho y respaldado tiende a dar lo mejor de sí y a incorporar comportamientos que elevan los estándares de calidad y seguridad en la atención.

La doctora Núñez subrayó que programas como este deben impulsarse desde el liderazgo institucional, ya que requieren inversión de tiempo, diseño y recursos. 

“Se trata de realizar acciones orientadas a una cultura centrada en la gente y medir cómo estas acciones, que parecen enfocadas solo en la felicidad del empleado, terminan generando resultados positivos en la calidad de la atención y en el negocio”, concluyó.

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