Cuando el exceso desgasta la dignidad gremial

Dr. Cristian Francisco

Médico Ginecólogo – Médico Forense

Profesor Titular, UASD

Hacemos un llamado reflexivo, académico y gremial a moderar la propaganda electoral en el proceso de elecciones del Colegio Médico Dominicano (CMD). Se cuestiona la promoción desmedida y monótona, carente de contenido, que inunda los espacios profesionales y agota a los electores. Es momento de elevar la campaña con propuestas serias y respetuosas, devolviendo al CMD su imagen institucional y su rol formador dentro del sector salud.

El Colegio Médico Dominicano ha sido históricamente un espacio de dignidad, lucha profesional, formación académica y defensa de la salud pública. Cada proceso electoral en esta institución debería ser una oportunidad para estimular el pensamiento crítico, fomentar la participación ética y presentar propuestas reales a la comunidad médica.

Sin embargo, en el presente proceso observamos con preocupación la proliferación excesiva de propaganda política, repetida de manera uniforme y mecánica durante las 24 horas del día, en todos los espacios digitales y presenciales. Esto ha generado un efecto de fatiga visual, mental y gremial.

El abuso de la promoción electoral ha dejado de ser una estrategia de visibilidad para convertirse en un ruido permanente. El médico dominicano, crítico por naturaleza, empieza a mostrar desinterés frente a un bombardeo publicitario que se limita a repetir slogans vacíos y rostros sin planes. Enfrentamos una saturación que no informa ni inspira, que no escucha ni dialoga, y que solo desvía la atención de las verdaderas problemáticas médicas y gremiales: el desempleo médico, la violencia hospitalaria, los bajos honorarios, la exclusión del médico rural, entre otros.

Es momento de que los candidatos comprendan que la confianza no se compra con afiches ni se impone con algoritmos. La clase médica dominicana quiere ideas, no espectáculos; contenido, no cansancio. Urge pasar de la simple presencia propagandística a la exposición de programas reales, debatidos y alcanzables.

Que los aspirantes respondan con claridad:

• ¿Qué harán con la seguridad social?

• ¿Cuál será su postura frente a la precarización del trabajo médico?

• ¿Cómo elevarán la formación continua, la ética y la investigación?

• ¿Cómo será el futuro del médico jubilado, del desplazado laboral, del excluido de la asistencia médica y del olvidado por su propio gremio?

La contienda electoral no debe desvirtuar la esencia de lo que somos: una clase pensante, sacrificada y comprometida con la salud del pueblo dominicano.

Pedimos:

• Que se modere la propaganda para no banalizar la campaña.

• Que se hable menos de eslóganes y más de políticas gremiales.

• Que se rescate el diálogo público, el respeto al pensamiento crítico y el uso responsable de las plataformas gremiales.

Recuperemos la Altura del Debate Médico.

El CMD no es una tarima para exhibiciones populistas. Es la cuna de la defensa médica y social del país.

Necesitamos una campaña que fortalezca, no que fatigue. Que inspire, no que repita.

A los candidatos les decimos: 

Su propaganda nos ha llegado, pero sus ideas aún no.

Y a los votantes:
Que su voto no lo guíe la imagen, sino la integridad y la propuesta.

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