Por Ana Amell, psicóloga especialista en adicciones
La época festiva puede convertirse en un momento especialmente delicado para quienes se encuentran en recuperación de una adicción de sustancias. En consulta, suelo ver cómo estas fechas despiertan una mezcla de ilusión, vulnerabilidad y temor a que los avances logrados se vean amenazados por cambios en la rutina, encuentros sociales donde hay consumo y emociones intensas que emergen con fuerza. No se trata de “sobrevivir” a las fiestas, sino de prepararse con intención y cuidado para transitar este periodo de manera segura y consciente.
Tres claves para proteger la recuperación
A lo largo de mi experiencia, he encontrado que las estrategias más efectivas se pueden organizar en tres pilares esenciales: planificación, apoyo y regulación emocional. Agruparlas así permite que la persona no se abrume con demasiadas indicaciones y pueda enfocarse en acciones claras y realistas.
1. Planificación consciente: anticipar para protegerse
Planificar no es controlar cada detalle, sino crear un marco seguro que minimice los riesgos. Esto incluye:
- Seleccionar cuidadosamente los eventos a los que se asistirá.
- Establecer límites claros con familia y amistades.
- Definir un plan de salida si surge incomodidad o tentación.
- Mantener hábitos que sostienen la estabilidad: descanso, alimentación y rutinas básicas.
Una planificación intencional permite llegar a las fiestas con menos incertidumbre y más seguridad interna.
2. Apoyo adecuado: la recuperación no se vive en soledad
El acompañamiento emocional y social es uno de los recursos más protectores. Algunas formas concretas son:
- Mantener contacto cercano con un grupo de apoyo, terapeuta o patrocinador.
- Asistir acompañado de alguien que respete y comprenda el proceso de sobriedad.
- Buscar actividades alternativas libres de sustancias para equilibrar la carga social.
El apoyo no solo reduce la vulnerabilidad, sino que recuerda a la persona que la sobriedad también puede vivirse en comunidad.
3. Regulación emocional: atender las emociones que estas épocas despiertan
Las emociones se intensifican en esta época: nostalgia, alegría, estrés, sensación de ausencia. En vez de evitarlas, es fundamental:
- Validarlas sin juzgarse.
- Mantener prácticas de autocuidado que aporten calma.
- Reconocer señales tempranas de riesgo como irritabilidad, aislamiento o pensamientos de consumo.
- Pedir ayuda tan pronto como surja una sensación de desbordamiento.
La verdadera fortaleza en recuperación no es “aguantar”, sino saber escucharse y actuar antes de que el malestar crezca.
Las fiestas no tienen que ser terreno de riesgo; pueden transformarse en un espacio para crear tradiciones más saludables y significativas: reuniones sobrias, actividades tranquilas, momentos de gratitud o simplemente celebrar el avance logrado. Cada decisión consciente es un acto de respeto hacia la propia historia y hacia el proceso de recuperación.
Afrontar la época festiva desde la recuperación de una dependencia de sustancias implica planificación, apoyo y un profundo contacto emocional consigo mismo. Con estas claves, es posible vivir estas fechas sin miedo y con la confianza de que la sobriedad puede sostenerse incluso en los escenarios más retadores.
Soy Ana Amell, psicóloga especialista en adicciones con varios años de experiencia. He ayudado a varias personas a superar la adicción, y estoy segura de que puedo ayudarte a ti también. Da el paso, contacta conmigo hoy mismo y juntas iniciaremos el camino hacia la recuperación.
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