Cardiología deportiva y ejercicio

Por la Dra. Rafaelina Concepción, Enc. Educación Continuada SODOCARDIO.

El ejercicio ha demostrado, con evidencia científica incontrovertible, ser una herramienta de primer orden tanto en la prevención como en el tratamiento de un número creciente de enfermedades crónicas.   El ejercicio no es una medicina ni un fármaco.    

El ejercicio físico, cuando se va a emplear como método de prevención y de tratamiento complementario, debe ser prescrito.   La prescripción es un acto médico que requiere diagnóstico, valoración funcional y seguimiento médico.

Cuando un individuo se encuentra en reposo su metabolismo se encuentra reducido a un nivel tal que únicamente produce energía necesaria para mantener sus funciones vitales.    Una vez el individuo se mueve voluntariamente aumenta su metabolismo como producto de la actividad muscular y por lo tanto ya está realizando una actividad física.    

Levantarse y caminar son exactamente la misma Actividad Física tanto para un cardiópata severamente limitado como para un atleta, la diferencia es que para el cardiópata esta actividad representa el 100% de su capacidad, mientras que el atleta no superará el 10 %.    La clasificación de la actividad física es moderada con una intensidad de 3 a 6 mets o 140 a 200 kilocalorías por día,   y vigorosa más de 6 mets  de intensidad. 

Debemos estar enfocados en la importancia de la actividad física, no sólo en la prevención primaria cardiovascular, sino también integrando el concepto de la necesidad y rol fundamental de la actividad física en el tratamiento y seguimiento de pacientes con enfermedad cardiovascular. Hace tan solo 10 años los pacientes coronarios presentaban prácticamente contraindicación para realizar ejercicios físicos.

Debemos tener en cuenta al evaluar pacientes mayores de 35 años, su riesgo CV, su clase funcional y el tipo de actividad a realizar serán los ejes determinantes. Los pacientes coronarios, en su seguimiento deben realizar actividad física y/o rehabilitación cardiovascular. Al igual que los pacientes con Falla Cardiaca tienen una indicación de primera línea respecto a la prescripción de ejercicio como parte de la rehabilitación Cardiovascular.  

Es decir, debemos prescribir ejercicio (con adecuado asesoramiento) en pacientes con Insuficiencia Cardiaca compensada.   ¿Cuánto? Puede ser todos los días, y no limitarse únicamente al entrenamiento aeróbico, los ejercicios de fuerza deben ser considerados como parte importante de la actividad física a realizar.

Aunque no hay evidencia del número de pasos necesarios para disminuir la mortalidad, esta recomendación se dirige a aumentar el gasto calórico en personas sanas. Es un objetivo claro y fácilmente asimilable por la población general como meta de actividad, permitiendo cambios en la motivación y conducta sedentaria. Incrementar 2.500 pasos sobre el número que habitualmente realiza un individuo, produce repercusiones positivas sobre la salud. Y tan solo un incremento de 2.000 pasos puede prevenir la ganancia de peso.

Los Principios fundamentales deben  promocionar la actividad física  en la población general y en pacientes con cualquier tipo de enfermedad cardiovascular.

Se debe realizar una evaluación individualizada en pacientes con cardiopatías concretas y La toma de decisiones debe ser consensuada con el paciente otorgándole mayor autonomía.

Identificar las enfermedades cardiovasculares y su estratificación de riesgo en deportistas además de prescripción del ejercicio físico en personas sanas y con factores de riesgo cardiovasculares.

Las actuales directrices proponen que los adultos sanos de todas las edades deben realizar un mínimo de 150 minutos de entrenamiento de resistencia durante 5 días o 75 min de ejercicio vigoroso por semana durante 3 días, duplicando progresivamente la cantidad a 300 min de intensidad moderada o 150 min de actividad física aeróbica de intensidad vigorosa por semana.

En individuos sedentarios o con algún factor de riesgo cardiovascular que planean realizar actividad física de moderada a alta intensidad debería realizarse un examen físico, un Electrocardiograma y una Prueba de Esfuerzo con el objetivo de identificar enfermedad coronaria o arritmias inducidas por el ejercicio.   Es importante, el cambio del estilo de vida, entre ellos, dejar de fumar, control del alcohol y una dieta saludable. 

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