La Asociación de Igualas Médicas y Administradoras de Riesgos de Salud (ADIMARS) alerta al país que la reciente propuesta presentada por la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (SISALRIL) representa un giro tan radical, aunque desapercibido, que amenaza los derechos de todo dominicano que depende de su ARS de elección para acceder a los servicios de salud.
ADIMARS advierte sobre el peligro inminente que se deriva de esta propuesta, dado que busca reemplazar el modelo actual de distribución de recursos que la Tesorería de Seguridad Social (TSS) asigna para la contratación de servicios de salud que llevan a cabo las ARS. ¿Quién pierde con este cambio? Todos los dominicanos que podrían quedar atrapados en un sistema más inequitativo, sin incentivos para mejorar y con menos opciones de elegir, lo que afectará el costo de los servicios que reciben todos los afiliados del país, a través de restricciones y más demoras para la autorización de servicios y copagos cada vez más altos, sin importar su condición o capacidades de pago.
La experiencia en otros países ha demostrado que cuando se restringe la competencia y los recursos del sistema de salud quedan en pocas manos, las condiciones de contratación con las clínicas, médicos, laboratorios y centros de diagnóstico se hacen más difíciles. Las ARS dominantes, con la excusa de contar con mayores volúmenes de afiliados, congelarán indefinidamente y hasta podrán bajar las tarifas pagadas a los prestadores de servicios de salud, resultando en un aumento de los copagos para el afiliado (o en el peor de los casos suspensión de los servicios), donde al final, el gran perdedor siempre será el mismo, el afiliado.
Pero la amenaza no es solo en esta materia. ADIMARS señala que estamos ante un peligro constitucional de primer orden. La diferenciación de la población en “afiliados de alto riesgo” y “de bajo riesgo” que se pretende llevar a cabo, lejos de promover un sistema solidario y equitativo, abre la puerta a prácticas discriminatorias a los hoy afiliados, prohibidas tanto por la Constitución dominicana como por los principios fundacionales de la seguridad social.
Por lo que imponer un modelo que premia la concentración, castiga la eficiencia y debilita la competencia es una regresión inaceptable para el sistema de salud. La propuesta que se pretende aprobar producirá un cambio que afectará las bases solidarias y redistributivas del sistema de seguridad social que rigen el plan básico de salud, solo para terminar fortaleciendo la concentración de poder en manos de pocos, impulsando en el tiempo un esquema oligopólico que amenaza la diversidad y la equidad en el sector salud. Esto se consideraría inaudito en cualquier otro tipo de industria del sector privado.
Por este motivo, ADIMARS levanta la voz por el afiliado, por su derecho a elegir, a recibir atención de calidad y a participar de un sistema equilibrado. La Asociación considera que las reformas son necesarias, sin duda, y sobre todo necesarias como es el caso de la regulación de los copagos que tanto afectan el bolsillo de las familias dominicanas, así como poder tener un mejor acceso a medicamentos de calidad a menor costo para el afiliado, y que se haga un verdadero control sobre la calidad de los servicios que recibe la población. Por lo que hay que rechazar las imposiciones unilaterales, las distorsiones económicas y legales, que lo que hacen es reforzar privilegios disfrazados de potenciales beneficios.
La población asegurada no merece que se sacrifique el futuro del sistema de salud ni el bienestar de los afiliados en nombre de una reforma que carece de un análisis técnico profundo de los verdaderos problemas estructurales que pueden afectar la sostenibilidad financiera del Seguro Familiar de Salud, de la estabilidad de sus actores (ARS, Prestadores, Profesionales, Laboratorios clínicos, Centros diagnósticos, entre otros) y que al final afecten negativamente los servicios que reciben millones de dominicanos.
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