El 30 de noviembre de 2023 marca el primer año desde el lanzamiento de ChatGPT, el modelo de inteligencia artificial en formato de diálogo desarrollado por OpenAI. A medida que se acumula información sobre sus aplicaciones y repercusiones, surgen cuestionamientos sobre sus impactos en la sociedad, especialmente en lo que respecta al riesgo de una adicción potencial.
Las tecnologías de la información y la comunicación, incluyendo los chatbots conversacionales como ChatGPT, se han asociado con comportamientos que se asemejan a la adicción. Desde la navegación interminable en internet hasta el uso excesivo de redes sociales, la dependencia de estas prácticas digitales está generando preocupaciones en la comunidad científica y médica.
El Dr. Christopher David Anderson, experto en adicciones tecnológicas, destaca que el abuso de la tecnología ya se refleja en comportamientos como el uso constante del smartphone, la participación excesiva en juegos en línea y la conexión constante a las redes sociales. A medida que la inteligencia artificial, en particular los chatbots, se integra cada vez más en la vida diaria, surge la incertidumbre sobre su potencial para contribuir a esta problemática.
Los chatbots, programas informáticos basados en inteligencia artificial, han ganado popularidad al permitir a los usuarios interactuar con máquinas de manera natural y coherente, incluso interpretando emociones. La psicóloga Gabriela Paoli destaca que este atractivo puede ser particularmente fuerte para aquellos que se sienten solos de manera habitual, especialmente entre los jóvenes.
El riesgo de una adicción a los chatbots aún está en debate, pero los expertos advierten sobre la posibilidad de que estas herramientas se conviertan en un escape fácil para la soledad no deseada, especialmente entre los adolescentes y jóvenes en desarrollo.
Gabriela Paoli subraya que, aunque la ciencia aún no proporciona datos epidemiológicos sólidos sobre la adicción a los chatbots, la prevención es clave. Recomienda un uso consciente de esta tecnología, controlando el tiempo dedicado a las interacciones con chatbots para evitar posibles efectos negativos, incluida la intensificación de la sensación de soledad y aislamiento.
A medida que los chatbots se vuelven más omnipresentes, la sociedad debe abordar proactivamente las implicaciones potenciales de esta tecnología para garantizar un uso saludable y equilibrado.
Fuente EFE.
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