10 mitos y verdades sobre la lactancia materna 

La lactancia materna es una forma inigualable de facilitar el alimento ideal para el crecimiento y el desarrollo de los bebés. Cuenta con innumerables ventajas no sólo para la salud del pequeño sino también para sus mamás. 

En esta Semana Mundial de la Lactancia Materna, Kimberly-Clark y UNICEF celebran esa práctica tan importante despejando varias dudas respecto a este tema. 

1. ¿Por qué es tan importante la lactancia materna para el bebé?

Además de ser un gesto de amor que permite una conexión profunda con el bebé, la leche materna cuenta con todos los anticuerpos necesarios contra las enfermedades más comunes, por ejemplo, neumonía o diarrea. Además, las niñas y los niños que son alimentados con leche materna tienen menor riesgo de mortalidad en el primer año de vida.

2. ¿La lactancia materna es fácil?

Lo cierto es que cada proceso es único y algunas veces se requiere apoyo. La lactancia requiere práctica, tanto para las madres como para los bebés; además, se necesita un espacio tranquilo y el apoyo del entorno de la familia y del lugar de trabajo son claves.

3. ¿Es habitual que la lactancia duela?

Al iniciar el proceso es normal experimentar molestias, sin embargo, con el apoyo adecuado para posicionar el bebé y asegurar que esté correctamente agarrado al seno, se puede evitar el dolor en los pezones

4. ¿Debo lavarme los pezones antes de amamantar?

No es necesario, cuando los bebés nacen ya están familiarizados con los olores y sonidos de su madre. Los pezones tienen un aceite o grasa natural que los hidrata y protege, pero además las bacterias presentes en la piel pueden ayudar a desarrollar un sistema inmunológico saludable. Higienizar los pechos diariamente es suficiente. 

5. ¿Sólo debo comer alimentos saludables mientras estoy amamantando?

Las madres que amamantan necesitan una dieta balanceada. Si bien los bebés están expuestos a las preferencias alimentarias de sus madres desde que están en el útero, las madres deben estar atentas a si su bebé presenta una reacción a un alimento en particular.

6. ¿Muchas madres no pueden producir suficiente leche?

Hay varios factores que pueden afectar la producción de leche materna. Se ha comprobado que algunos factores que ayudan a una mayor producción de leche son iniciar la lactancia dentro de la primera hora del nacimiento, mantener contacto piel a piel entre la madre y el bebé, y poner de manera frecuente el bebé al pecho para amamantar (entre mayor sea la frecuencia de amamantamiento, será mayor la producción de leche).  

No a todas las mujeres les resulta igual y hay otros factores que pueden incidir. En el caso de sentir que no se está produciendo suficiente leche para el bebé recomendamos pedir ayuda a un profesional. 

7. ¿Debo amamantar si estoy enferma?

Dependerá de la enfermedad que presenta la mamá. Es recomendable consultar a un profesional para que brinde su consejo en cada uno de los casos.

8. ¿La lactancia es buena para la mamá?

La lactancia no sólo beneficia a los bebés, sino también a las mamás.  A corto plazo ayuda a su recuperación física, por ejemplo, disminuye el riesgo de hemorragia después del nacimiento y reduce el riesgo de depresión post-parto. 

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las mujeres que amamantan tienen un 32% menos de riesgo de tener diabetes tipo 2, un 26% menos de riesgo de tener cáncer de mama y un 37% menos riesgo de tener cáncer de ovarios.  

9. ¿Es difícil destetar a un bebé si es amamantado durante más de un año?

No hay evidencia de que sea más difícil dejar de amamantar después de un año, pero sí hay evidencia de que amamantar hasta los dos años es beneficioso, tanto para las madres como para los niños. Todas las madres y los bebés son diferentes y cada caso es único. 

10. Si vuelvo a trabajar, ¿tendré que destetar a mi bebé?

Muchas madres continúan amamantando después de volver al trabajo. Recomendamos verificar las políticas del país y del lugar donde trabaja. Si tiene derecho a un horario y un lugar para amamantar durante las horas de trabajo, si es posible poder ir a casa y amamantar, pedirle a un familiar o amigo que le traiga a su bebé o que se extraiga la leche y se la lleve a casa. 

Si no tienes la opción de amamantar durante las horas de trabajo, busca momentos durante el día para extraer la leche y luego alimenta a tu bebé directamente cuando estés en casa. Aunque no puedas amamantar directamente, siempre es bueno continuar amamantando cuando estés con tu bebé.

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