SANTO DOMINGO. - El Ministerio de Salud, a través de la División de Salud Materno Infantil y Adolescentes, y en coordinación con la Dirección de Residencias Médicas, entregó este miércoles 23 de noviembre las Guías, Protocolos y Ruta Interinstitucional para la Atención de la Violencia contra Niños, Niñas y Adolescentes a los coordinadores de las Residencias Médicas de Pediatría, Medicina Familiar, Emergenciología, Ginecología, Obstetricia y Traumatología.
La entrega la hizo el doctor Juan Carlos De Jesús encargado de Materno Infantil y Adolescentes, quien dijo que con la presentación y entrega de esos instrumentos se persigue el compromiso de que los responsables de Residencias Médicas capaciten a sus residentes para la identificación de casos de violencia.
“La violencia es un problema de salud pública, dada su extensión, magnitud y consecuencias, debido a que afecta de manera desproporcionada a las mujeres, los niños, niñas y adolescentes, así como a poblaciones en condiciones de vulnerabilidad, tales como personas adultas mayores o en condición de discapacidad. También por razones de orientación sexual o identidad de género”, consideró.
Resaltó que el sector salud es esencial para el abordaje integral de la violencia, desde la perspectiva de la prevención y la promoción de los derechos a una vida libre de violencia, a través de las acciones de salud colectiva.
A juicio del Dr. de Jesús “el sistema de salud tiene la oportunidad de contribuir a prevenir la violencia contra los niños, niñas y adolescentes, especialmente a través de los proveedores de urgencias, pediatría, ginecología, obstetricia y medicina familiar, ya que pueden identificar lesiones vinculadas a maltrato o agresión sexual”.
Dijo que para la atención a la violencia, es necesario integrar en los programas de servicios de salud los diversos tipos de violencia, de conformidad con las normas internacionales establecidas; además, identificar y abordar barreras que obstaculizan el acceso de las personas sobrevivientes de violencia a servicios oportunos y de calidad, explicó.
“Cuando una víctima asiste a un centro de salud, hay una oportunidad para detectar la violencia e intervenir para reducir sus efectos e incluso evitar la muerte “concluyó.
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