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Ipilimumab para el tratamiento de melanoma

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Autor: Jean Paul Sánchez De León. Estudiante de Medicina de Séptimo Año de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). 

El ipilimumab, conocido comercialmente como yervoy, es un fármaco que pertenece a la familia de los anticuerpos monoclonales, un tipo de anticuerpo que se genera de células del sistema inmunológico que son, efectivamente, clones de una única célula. 

La utilización de este tipo de anticuerpos como parte de la inmunoterapia en los pacientes que la necesitan es relativamente reciente, pues si bien su postulación ocurre por primera vez en el 1908 (Paul Ehrlich y Élie Metchnikoff ganaron el Premio Nobel de Fisiología o Medicina por esto), es en 1975 cuando Georges Köhler y César Milstein logran la síntesis de los primeros anticuerpos monoclonales y comparten con Niels Kaj Jerne en 1984 el Premio Nobel de Fisiología o Medicina por sus descubrimientos (1).  

El ipilimumab, dentro de la familia de los anticuerpos monoclonales, pertenece a un subgrupo que actúa utilizando el receptor CTLA-4, (que significa en inglés cytotoxic T-lymphocyte-associated protein 4 o antígeno 4 del linfocito T citotóxico en español). Los linfocitos T citotóxicos son células con la capacidad de reconocer y destruir células cancerígenas que, por mecanismos inhibitorios de las neoplasias malignas, no tienen lugar y evitan que los linfocitos T destruyan, de manera normal, dichas células cancerígenas (2). Usar el ipilimumab hace que este mecanismo inhibitorio se desactive, permitiendo que los linfocitos T respondan mejor contra las células cancerígenas. Dentro de los distintos, y limitados, tipos de cáncer para los que se opta por el uso de este medicamento, se encuentra el melanoma. 

Melanoma, también conocido como melanoma maligno, es una neoplasia maligna de la piel sumamente agresiva por la facilidad con la que puede producir metástasis, siendo de los tipos de cáncer más agresivos y peligrosos identificados hasta ahora (3). Esto significa que aquellos tratamientos que ayudan a combatir dicha neoplasia deben mantenerse a la vanguardia. 

El ipilimumab como posibilidad de tratamiento es, igual que el tipo de fármaco al que pertenece, de aparición reciente para el campo médico. Es en el 2011 que se aprueba en Estados Unidos, vía la FDA, como un fármaco utilizable en aquellos pacientes con melanoma metastásico o que no se puede eliminar de forma quirúrgica, que es el tratamiento de elección en melanoma siempre que sea posible. (4). En 2015 se aprobó para que fuera utilizado como terapia adyuvante en pacientes con melanoma en estadio 3. 

El ipilimumab, como todo elemento farmacológico, tiene distintos efectos adversos. Como su efecto ocurre directamente sobre el sistema inmunológico, sus dificultades se proyectan con facilidad, donde un 10-20% de los pacientes presentan problemas relacionados al uso del medicamento de forma severa directamente sobre su inmunidad. Esto se combina con la aparición de los efectos del ipilimumab, que suele ser en pacientes que lo han utilizado de manera prolongada terapéuticamente, apareciendo sus efectos en algunos casos después de que hay evidencia de que el melanoma ha progresado o aparecen nuevas lesiones. También se ha visto la aparición de colitis, endocrinopatías, dermatitis y neurotoxicidad en los pacientes que usan el ipilimumab, efectos que se pueden contrarrestar con el uso de corticoesteroides (5). Esto quiere decir que el uso del ipilimumab como fármaco debe ser con la discreción y la información adecuadas. 

A pesar de sus efectos negativos, no se puede negar la importancia del ipilimumab como fármaco. Al ser el primero de su tipo en ser comercialmente viable, posibilita la modificación del abordaje terapéutico en los pacientes en etapas avanzadas del melanoma maligno donde hace poco las opciones para el tratamiento en estos casos era casi nula. El ipilimumab ha demostrado aumentar la sobrevida de los pacientes con melanoma maligno, con una meseta en la curva de mortalidad de al menos un 20% y con 3-5 años de supervivencia en la misma, por tanto, al menos una minoría de pacientes ve mejorada su calidad de vida con el uso del ipilimumab (6). 

El ipilimumab es un claro avance en el tratamiento médico para el melanoma maligno y, gracias a su efectividad, se aprobó en 2018 su uso en el carcinoma de células renales. El ipilimumab y la familia de fármacos a las que pertenece podría significar, en un futuro, un cambio importante en la inmunoterapia contra el cáncer.

Referencias

1. The Story of César Milstein and Monoclonal Antibodies [Internet]. WhatisBiotechnology.org. [cited 21 May 2020]. Available from: https://www.whatisbiotechnology.org/index.php/exhibitions/milstein/monoclonals

2. Syn N, Teng M, Mok T, Soo R. De-novo and acquired resistance to immune checkpoint targeting. The Lancet Oncology. 2017;18(12): e731-e741.

3. Stewart B, Wild C. World cancer report 2014. Geneva, Switzerland: Distributed by WHO Press, World Health Organization; 2014.

4. FDA approves new treatment for a type of late-stage skin cancer [Internet]. Web.archive.org. 2011 [cited 21 May 2020]. Available from: https://web.archive.org/web/20110327063147/https://www.fda.gov/NewsEvents/Newsroom/PressAnnouncements/ucm1193237.htm

5. Johnson D, Peng C, Sosman J. Nivolumab in melanoma: latest evidence and clinical potential. Therapeutic Advances in Medical Oncology. 2015;7(2):97-106.

6. Prieto P, Yang J, Sherry R, Hughes M, Kammula U, White D et al. CTLA-4 Blockade with Ipilimumab: Long-term Follow-up of 177 Patients with Metastatic Melanoma. Clinical Cancer Research. 2012;18(7):2039-2047.

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