CARIBE. - Los impuestos al tabaco, a las bebidas alcohólicas y azucaradas pueden ayudar a reducir el consumo de estos productos y generar ingresos que se pueden usar para mejorar la salud de la población del Caribe. La Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) está alentando a las autoridades caribeñas a adoptar estas medidas impositivas, que pueden contribuir a reducir la carga de las enfermedades no transmisibles, como la hipertensión, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer, y sus consecuencias a nivel económico y social.
Imponer impuestos al consumo de estos productos requiere no sólo la decisión de las autoridades de la Salud, sino también de las autoridades de finanzas que diseñan las políticas impositivas. Con ese objetivo, la OPS/OMS reúne a autoridades de ambos grupos de 17 países caribeños entre el 16 y 18 de mayo, en Barbados, para analizar los beneficios de adoptar este tipo de medidas.
En los países del Caribe, las enfermedades no transmisibles son responsables de tres de cada cuatro muertes. El consumo de tabaco, el uso nocivo de alcohol, la alimentación poco saludable y la inactividad física son las principales causas de estas enfermedades. En comparación con otras subregiones de las Américas, la población del Caribe tiene la probabilidad más alta de morir prematuramente, entre los 30 y 70 años, por causa de una de estas enfermedades no transmisibles.
“Los impuestos pueden ser una herramienta muy efectiva para no sólo reducir muertes en la región por causa de estas enfermedades, sino como una fuente de financiación de las intervenciones de salud pública que son necesarias para atender a las personas afectadas o también para prevenirlas”, dijo Jessie Schutt-Aine Coordinadora del Programa Subregional del Caribe. “Ganamos todos si estas medidas se aplican y se invierte más en intervenciones saludables”, añadió.
Impuestos actuales
En la actualidad, el uso de los impuestos al consumo de estos productos en el Caribe aún es bajo. De los 14 países miembros de la OPS en esta subregión, 11 tienen algún tipo de impuesto al tabaco, 11 tienen al alcohol, y recientemente dos países (Barbados y Dominica) implementaron impuestos a las bebidas azucaradas, como manera de enfrentar la epidemia de obesidad. Aun así, de los 11 países que tienen, por ejemplo, impuestos a productos de tabaco, ninguno alcanza a gravar el 70% del precio final de venta, como recomienda la OMS.
Los impuestos, sin embargo, no pueden aplicarse sin ser parte de una política integral para reducir el consumo de esos productos, que involucren también las restricciones o prohibiciones al mercadeo, regulaciones para el empaquetado, regulaciones para el etiquetado del frente del envase de productos alimenticios y bebidas ultra procesados, entre otras.
En el encuentro organizado por la OPS, autoridades de salud y de finanzas discutirán las distintas experiencias que se han realizado en la subregión y en otras partes del mundo, así como el camino que cada país ha tomado para aplicar este tipo de políticas impositivas. Los delegados de los países compartirán sus experiencias y debatirán sobre la posibilidad de aplicar medidas como las propuestas, no sólo de la perspectiva de la salud, sino también desde el ámbito económico y de finanzas.
En 2013, los países de las Américas se comprometieron a reducir en un 25% las muertes prematuras por enfermedades no transmisibles para 2025, y entre las medidas que se plantearon en el Plan de Acción para alcanzar este objetivo, figura la implementación de impuestos.
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