Salud en la educación

Por el doctor Miguel Santos, auditor médico

El 20 de septiembre de 2010, la entonces directora general de la Organización Mundial de la Salud la Dra. Margaret Chan en la cumbre de los objetivos del milenio, en una intervención expresó que “la salud y la educación están íntimamente unidas”.  

Además la UNESCO también expresa que “una educación de calidad es el cimiento de la salud y el bienestar. Para llevar una vida productiva y saludable cada individuo debe poseer, además de otros factores que son determinantes de la salud, los conocimientos necesarios para la prevención de enfermedades y patologías”. 

Es por ello que también nuestra Constitución establece en su artículo 63 el derecho “a una educación integral, de calidad, permanente, en igualdad de condiciones y oportunidades, sin más limitaciones que las derivadas de sus aptitudes, vocación y aspiraciones”. En adición a este se encuentran los artículos 60 que proclama el derecho a la Seguridad Social y el 61 al derecho que tiene toda persona a la salud. 

Nuestro país se declara como un Estado Social Democrático y de Derechos, lo cual implica una serie de acciones que deben ser realizadas en favor de la sociedad y no de grupúsculos que por cuestiones del destino, de manera temporal ostentan el poder que proviene del voto de una colectividad que los elige, sin embargo, esa minoría electa al momento de utilizar los poderes que proceden de esa capa de la sociedad, olvida de manera expedita lo prometido a esa mayoría con menores posibilidades de poder llegar a tener mínimamente condiciones de vida, que les permita a ellos y sus familias crecer, trabajar y envejecer dignamente, lo cual puede lograrse además de otros factores determinantes, con la vinculación de dos elementos vitales para la humanidad: Salud y Educación, las cuales deben para lograr los objetivos deseados, que ambas tengan cierto grado de calidad que permita que haya un real impacto y transforme de manera positiva la vida de los usuarios de estos servicios.

Aquellos que hemos nacido post tiranía de nuestra vida republicana y contamos con más de cuatro décadas de existencia, hemos visto como una parte de nuestros “políticos” apostaban al crecimiento de nuestro país en base a la ignorancia de sus ciudadanos, dejando de lado la inversión o escasa partida en el presupuesto de la nación en dimensiones tan vitales como la educación y la salud. 

La Ley 87-01, promulgada el 9 de mayo 2001 (19 años atrás) en su artículo 6: Educación básica sobre seguridad social expresa los siguiente:  

La Secretaría de Estado de Educación incluirá en los planes de estudio de los niveles básico y medio un módulo orientado a educar a los ciudadanos sobre la seguridad social como un derecho humano y a explicar las características del Sistema Dominicano de Seguridad Social, sus derechos y deberes y las formas de aprovechar sus programas y opciones. De igual forma, lo harán las escuelas de formación técnica”.

Nuestra sociedad se ha ido transformando en los últimos años con relación a la cantidad de información que cualquiera de nosotros a través de un dispositivo tecnológico, el acceso a internet y a energía eléctrica puede obtener sobre cualquier tipo de información que requiera, no obstante, esto no necesariamente quiere decir que garantice el aprendizaje y el conocimiento aplicado que pueda mejorar las vidas de esa sociedad.

Hasta el día de hoy, en la revisión de la currícula del Ministerio de Educación (MINERD), ha estado ausente la presencia de la asignatura o módulo relacionado a  la enseñanza de  la seguridad social y por vía de consecuencia de los facilitadores quienes impartirán dicho tema, el cual es relevante para que tanto las nuevas generaciones como las actuales vayan tomando conciencia sobre la importancia de poder cuidar los escasos recursos con los cuales contamos los dominicanos en nuestra seguridad social, la cual no sólo se debe enfocar en la parte de salud (enfermedad común, accidente de tránsito, evento laboral y enfermedad profesional) , sino además en alimentos, desempleo, jubilación, pensiones, medio ambiente, seguridad ciudadana, educación, vivienda y cualquier otra necesidad básica que se presente en la población.

En nuestro país contamos con múltiples leyes que regulan, controlan, fiscalizan el comportamiento de los ciudadanos, sin embargo, la inobservancia por parte de los mismos ciudadanos, que en ocasiones promueven la ejecución de las consecuencias para aquellos quienes la incumplen, sin embargo, cuando les toca, la solicitud de clemencia, está en sus labios a flor de piel y de aquellos que están llamados a aplicarla, nos deja mucho que desear, en relación a tener una sociedad ejemplar. 

Es por ello que hacemos un llamado a las autoridades actuales del MINERD, para que puedan buscar el procedimiento que permita que se cumpla lo establecido en el artículo 6 de la Ley 87-01, con la finalidad que vayamos reduciendo la brecha que existe entre la salud y la educación. 

Finalizo con una frase del filósofo Aristóteles: “Aquellos que educan bien a los niños merecen recibir más honores que sus propios padres, porque aquellos sólo les dieron vida, éstos el arte de vivir bien”. Aspiramos que en un futuro no muy lejano, nuestro país pueda fundamentar en principios morales y con los pilares de la salud y la educación, construir la base para iniciar la transformación en la sociedad que todos teóricamente anhelamos.

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