Prevención, diagnóstico y tratamiento contra la Difteria

Por la doctora Esther Castellanos 
Pediatra de CentraCare Sala de Emergencias 

¿Qué es la difteria?
Es una infección causada por la bacteria Corynebacterium Diphtheriae. Sus signos y síntomas, que suelen manifestarse entre 2 y 5 días después de la exposición, pueden ser desde leves hasta graves. A menudo los síntomas se presentan de modo gradual, empezando por dolor de garganta y fiebre. En los casos de gravedad, la bacteria genera un producto tóxico (toxina) que da lugar a una espesa placa gris o blanca en el fondo de la garganta, placa que a veces, al bloquear las vías respiratorias, dificulta la respiración o la deglución y también puede provocar una tos seca.

¿Cómo se propaga la difteria?

La difteria se transmite fácilmente de una persona a otra, ya sea por contacto directo o por vía aérea, a través de las góticas respiratorias emitidas por ejemplo al toser o estornudar. También puede diseminarse a través de tejidos u objetos contaminados.

¿Cómo se diagnostica la difteria?

En general, el diagnóstico clínico de la difteria se basa en la presencia de una membrana grisácea que recubre la garganta. Aunque se recomienda un estudio de laboratorio para confirmar los casos sospechosos, el tratamiento debe comenzar de inmediato.

Síntomas de la difteria

En ocasiones las primeras manifestaciones de la difteria son cutáneas, de tal manera que la piel adquiere un tono azulado y pueden producirse ulceraciones. Sin embargo, lo habitual es que la infección se inicie en las vías respiratorias altas (nariz y garganta). El síntoma más característico en este caso es la aparición en la garganta de una especie de membrana de color negro o gris oscuro, de consistencia dura y fibrosa, que puede llegar a ocasionar importantes problemas respiratorios. De ahí que los principales síntomas sean los siguientes:

- Secreción nasal acuosa y en ocasiones con sangre.
- Fiebre.
- Escalofríos.
- Tos perruna.
- Dolor de garganta.
- Dificultad para tragar.
- Ronquera.
- Dificultad para respirar.
- Sibilancias.
- Respiración acelerada.
- Obstrucción de las vías respiratorias.

¿Se recomienda la vacunación contra la difteria?

Todos los niños del mundo deberían estar inmunizados contra la difteria. Una ronda básica de 3 dosis, administradas en el curso del primer año de vida, sienta las bases para adquirir inmunidad vitalicia. durante la niñez o adolescencia, cada cual reciba otras 3 dosis de refuerzo de una vacuna que contenga la anatoxina diftérica. A cualquier edad, toda persona que no esté vacunada contra la difteria, o que lo esté solo parcialmente, debe recibir las dosis necesarias para completar la vacunación.

Grupo de población que debe de vacunarse?

Niños menores de 1 año y menores de 5 años tres dosis de Penta (DPT -HLB-HB): refuerzos a los 18 meses y 4 años de edad con la vacuna Dwpt , población de migrantes ,dos dosis de dwpt en intervalos de 4 -6 semanas para menores de 7 años y dos dosis de DT-A a los mayores de 7 años y mas , trabajadores de salud pública clínico o no clínico, dos dosis de Dt-A con intervalo de 4 -6 semanas , utilizar la ocasión par iniciar o completar esquema contra hepatitis B ,las embarazadas si tienen sus dos dosis de DT no es necesario un refuerzo pues esta cubierta por 10 años .

¿Como prevenir la difteria?

Vacúnese y cumpla esquema de refuerzo, Lave bien sus manos, utilize mascarilla, no comparta alimentos, evite lugares concurridos, no comparta vasos ni cubiertos y use gel antibacterial.

¿Tratamiento de la difteria? 

Las personas asintomáticas deben recibir un tratamiento antibiótico y mantenerse bajo seguimiento médico, evitando el contagio a otras personas. Pero en aquellas otras que desarrollan claramente la enfermedad, es necesario un tratamiento más agresivo.

La recuperación de la enfermedad es lenta, pero en cualquier caso es que el tratamiento se inicie lo antes posible, incluso sin esperar a los resultados de la analítica que determinará si la toxina que general la bacteria que la causa está presente en la sangre. Posteriormente se iniciará un tratamiento con antibióticos, generalmente eritromicina y penicilina; y el paciente deberá mantener reposo en cama. También es importante monitorizar al paciente con la realización de sucesivos electrocardiogramas, con el fin de asegurarse de que el corazón no está siendo afectado por la toxina que produce la bacteria.

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