Cambio climático amenaza con aumentar la pobreza infantil en el país: más de 600 mil menores en riesgo

El cambio climático podría revertir los avances alcanzados en la reducción de la pobreza infantil en República Dominicana y poner en riesgo el bienestar de más de 606 mil niños, niñas y adolescentes, según advierte un informe presentado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

La investigación, titulada “El impacto del cambio climático sobre la pobreza infantil y juvenil de América Latina”, revela que, en toda la región, 5.9 millones de menores podrían caer en pobreza para 2030 como consecuencia de fenómenos climáticos extremos. La cifra podría triplicarse, alcanzando los 17.9 millones, si los compromisos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero no se cumplen y si la inversión climática no prioriza servicios sociales dirigidos a la niñez.

Vulnerabilidad en República Dominicana

El país caribeño se encuentra entre los más expuestos de la región a los impactos del cambio climático. De acuerdo con el Índice de Vulnerabilidad ante Choques Climáticos (IVACC), elaborado por el Sistema Único de Beneficiarios (SIUBEN), el 25 % de la población en mayor riesgo social y económico está altamente vulnerable a fenómenos extremos. Dentro de ese grupo, más de 606 mil son niños, niñas y adolescentes.

Las cifras nacionales reflejan la magnitud del desafío:

  • El 20.5 % de los hogares dominicanos reportó haber sido afectado por calor excesivo en los últimos 12 meses, según el Informe General de la Encuesta Nacional de Hogares (ENHOGAR) 2024.
  • El 52.1 % de las familias manifestó estar más preocupada por los riesgos de fenómenos naturales que en años anteriores.
  • El Índice de Riesgo Climático de la Infancia (UNICEF, 2021) señala que la niñez dominicana enfrenta múltiples amenazas, como escasez de agua, inundaciones, ciclones, sequías, enfermedades transmitidas por vectores y contaminación ambiental.

Avances en riesgo

En la última década, República Dominicana ha logrado una reducción significativa de la pobreza infantil:

  • La pobreza monetaria infantil pasó de 44.1 % en 2015 a 30.4 % en 2023, según el Sistema de Indicadores Sociales de República Dominicana (SISDOM).
  • La pobreza multidimensional infantil disminuyó de 33.9 % a 21.3 % en ese mismo período.

No obstante, los fenómenos climáticos extremos amenazan con frenar o incluso revertir estos avances, especialmente en regiones como Enriquillo (Barahona, Bahoruco, Independencia y Pedernales) y El Valle (Azua, San Juan y Elías Piña), que ya enfrentan altos niveles de privación y riesgo climático.

En los últimos 30 años, el país también ha sido golpeado por severas sequías que generaron pérdidas millonarias en el sector agrícola, con episodios críticos en 1997, 2015 y 2019. La falta de precipitaciones entre 2018 y 2019, por ejemplo, afectó de forma considerable la producción agropecuaria, poniendo en riesgo la seguridad alimentaria de miles de familias rurales.

UNICEF: la niñez en la primera línea del cambio climático

“La crisis climática es también una crisis de derechos de la infancia. En República Dominicana, uno de cada cinco hogares se ha visto impactado por calor extremo recientemente, lo que refleja la urgencia de reforzar la protección social e invertir en servicios resilientes”, señaló Anyoli Sanabria, representante interina de UNICEF en el país.

Por su parte, Roberto Benes, director regional de UNICEF para América Latina y el Caribe, recordó que “los niños, niñas y adolescentes sostienen el mayor peso del cambio climático. Sus cuerpos son más vulnerables a fenómenos extremos como ciclones u olas de calor, y estos eventos interrumpen tanto su educación como los medios de vida de sus familias”.

Llamado a la acción

CEPAL y UNICEF exhortaron al Gobierno dominicano y a los países de la región a:

  • Incorporar el enfoque de derechos de la niñez en las políticas climáticas nacionales, incluyendo la Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC) y el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático.
  • Fortalecer la resiliencia de servicios sociales e infraestructura crítica, priorizando los primeros 1,000 días de vida.
  • Aumentar la financiación climática destinada a programas para la infancia.
  • Promover la educación ambiental y la participación juvenil en las decisiones sobre acción climática.
  • Desarrollar políticas de protección social adaptativa que atiendan las necesidades específicas de niños, niñas y adolescentes.

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